MARTXELO DIAZ

Chivite logrará hoy aprobar sus primeros presupuestos tras un acuerdo con EH Bildu

Salvo sorpresa mayúscula, la presidenta María Chivite logrará hoy que el Parlamento navarro apruebe sus primeros presupuestos tras lograr un acuerdo con EH Bildu. Como sucedió en la investidura, las abstenciones de EH Bildu serán determinantes.

Reunión del Gobierno navarro con EH Bildu, primer capítulo de una negociación presupuestaria que concluye hoy. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Reunión del Gobierno navarro con EH Bildu, primer capítulo de una negociación presupuestaria que concluye hoy. (Idoia ZABALETA/FOKU)

María Chivite conseguirá hoy que el Parlamento navarro apruebe sus primeros presupuestos. De este modo, cumplirá su objetivo de dotar de estabilidad al Gobierno navarro que preside. Para ello, ha sido determinante el acuerdo alcanzado con EH Bildu que, a su vez, ha vuelto a evidenciar que es una fuerza determinante para lograr que en Nafarroa se tome cualquier medida con un carácter mínimamente progresista.

El primer capítulo de esta historia se produjo en noviembre del año pasado, cuando Chivite se reunió con EH Bildu en el Palacio de Nafarroa, desatando las iras de la derecha mediática española. Y también la local. Ese mismo día, Chivite se reunió también con Navarra Suma. Desde el primer momento, se vio que la disposición con la que acudía la coalición derechista era completamente diferente a la de la coalición soberanista. Como la noche y el día.

En las declaraciones ante los medios, Javier Esparza se quejó. Una vez más. En esta ocasión, era porque Chivite les había puesto «a la misma altura que EH Bildu. Y no es lo mismo. Navarra Suma tiene asesinados por ETA y EH Bildu tiene personas que aplaudían esos mismos asesinatos. Hoy es un día tristemente histórico porque una presidenta socialista de Navarra recibe a EH Bildu en el Palacio de Navarra, dándole carácter de normalidad». El mismo Esparza señaló que Chivite tenía dos opciones: o pactar con Navarra Suma o con EH Bildu. Y ya se veía que Navarra Suma, sumida en una oposición tremendista, no estaba por la labor.

EH Bildu acudió con una actitud mucho más constructiva. En esa primera reunión, entregó al Gobierno un documento, que sirvió como punto de partida para una negociación que fructificará en los presupuestos que se aprobarán hoy.

Desde ese punto de partido, el Gobierno y EH Bildu alcanzaron un acuerdo el 24 de enero, que fue presentado por Adolfo Araiz y la consejera de Hacienda, Elma Saiz, en sendas comparecencias consecutivas en el atrio del Parlamento. Más allá del logro que EH Bildu obtuvo con el incremento del techo de gasto, el acuerdo presupuestario incluye una serie de compromisos que permiten sentar las bases para avanzar en políticas progresistas como la creación de una banca pública, la inclusión del ciclo 0-3 años en Educación o el rechazo a la privatización de servicios públicos. No son solo cuestiones numéricas.

Tras el acuerdo ha llegado la fase de enmiendas, en las que no ha habido excesivas sorpresas. Navarra Suma se ha quedado sola, dando muestras de su escasa capacidad de maniobra en el Parlamento. La misma que ha impedido a Enrique Maya aprobar sus cuentas en el Ayuntamiento de Iruñea, tal y como sucedió en la anterior legislatura que gobernó.

Enfado de I-E

El resto de fuerzas ha votado, a grandes rasgos, de manera conjunta, haciendo valer el acuerdo. Sin embargo, I-E ha mostrado su enfado porque no se ha aprobado ni una sola de sus enmiendas parciales. Consideran que le han tratado como a Navarra Suma, a pesar de ser una fuerza que firmó el acuerdo de gobierno con el PSN, Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu, aunque finalmente no entró a formar parte del Ejecutivo.

Tras todo ello, la parlamentaria de I-E, Marisa de Simón, anunció que se abstendrá en la votación de hoy. Su voto no es determinante, pero sí que refleja un malestar hacia un socio que se considera maltratado. Y de paso, se ha abierto una discrepancia entre IUN y Batzarre, las dos patas de I-E, que tenían posiciones contrapuestas. Batzarre no quería la abstención sino el voto favorable. IUN abogaba por la abstención. Finalmente, como tiene establecida la coalición, se ha impuesto el criterio de la parlamentaria de este último partido, Marisa de Simón.

El compromiso de EH Bildu es permitir que se aprueben los presupuestos, del mismo modo que en la investidura de Chivite era dejar que gobernara. Por tanto, lo previsible, y yo lo anunció el lunes Araiz, es que asistamos a una votación en la que los votos favorables de la coalición soberanista sean los mínimos imprescindibles y el resto se incline hacia la abstención.

Rechazo sindical

Tal y como sucedió con las cuentas de Uxue Barkos, las de Chivite cuentan con el rechazo de los sindicatos ELA y LAB. Los firmantes de la Carta Social se reunieron con Chivite tras la huelga del 30 de enero, lo que no consiguieron de Urkullu, pero a la salida del encuentro se constató que las posiciones eran divergentes.

Desde la parte sindical se insiste en la necesidad de aplicar una reforma fiscal en profundidad en Nafarroa para poder desarrollar políticas sociales verdaderas. Por tanto, rechazan que estos presupuestos sean sociales y acusan al Gobierno de dar prioridad en su actuación a los empresarios frente a los trabajadores.

Así, la Carta Social ha convocado para hoy a las 10.00 una concentración ante el Parlamento navarro para reclamar unos presupuestos verdaderamente sociales.