Ion SALGADO
GASTEIZ

La cruz de Olarizu, ¿símbolo franquista o parte de «nuestra tradición y cultura»?

El concejo de Mendiola, propietario de los terrenos, quiere derribar la cruz de Olarizu, en la que figuran los nombres de «los sacerdotes alaveses caídos por Cristo y la Patria durante la Cruzada de Liberación». Urtaran rechaza esta idea porque, a su juicio, «forma parte de nuestro patrimonio, nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra historia».

La cruz de Olarizu. (Endika PORTILLO / FOKU)
La cruz de Olarizu. (Endika PORTILLO / FOKU)

El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, ha señalado este viernes que la cruz del monte Olarizu, en cuya base se incluyeron los nombres de los curas muertos en la guerra de 1936, «forma parte de nuestro patrimonio, nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra historia».

Y ha señalado que el Gobierno local, en manos de PNV y PSE, considera la cruz como un «elemento con especial significado para las y los vecinos de Vitoria-Gasteiz que debe ser objeto de especial protección, en la medida que representa tradiciones culturales y religiosas».

Así se recoge en las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento al expediente abierto por el concejo de Mendiola, propietario de los terrenos en los que se sitúa la cruz y que ya ha manifestado su intención de derribar este polémico símbolo, que fue objeto de un sabotaje en diciembre de 2018.

Entre los motivos esgrimidos por el Consistorio para tratar de impedir que los vecinos y vecinas de Mendiola retiren la cruz, figura que esta fue construida para conmemorar la Santa Misión, «un acto multitudinario con gran aceptación, difusión y conocimiento en toda la ciudad».

«Su construcción fue sufragada por los vecinos de Vitoria-Gasteiz, por lo que la cruz es muy querida por la ciudadanía, que anualmente celebra una romería en las campaña de Olarizu para subir a la cruz», apunta el Gabinete de Urtaran, que no cita el papel que jugaron las autoridades franquistas.

No en vano, el gobernador civil Luis Martín Ballesteros puso como condición la colocación de una inscripción con los nombres de los «los sacerdotes alaveses caídos por Cristo y la Patria durante la Cruzada de Liberación». Algo que finalmente aceptaron los impulsores de la cruz.