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Incertidumbre, irritabilidad, cambios de conducta..., efectos sicológicos de la pandemia

No solo físicas, la pandemia también ha traído consigo secuelas sicológicas y la UPV/EHU ha liderado, en colaboración con otros centros universitarios, un estudio a nivel estatal que las ha evaluado por porcentajes que, a continuación, extraemos en lo que se refiere a la población de Hego Euskal Herria. Incertidumbre, pesimismo, irritabilidad o cambios de conducta son algunas consecuencias del confinamiento y la crisis sanitaria.

El estudio ha evaluado los efectos sicológicos y cambios de hábitos de la población durante el confinamiento. (Gorka RUBIO/FOKU)
El estudio ha evaluado los efectos sicológicos y cambios de hábitos de la población durante el confinamiento. (Gorka RUBIO/FOKU)

La UPV/EHU ha hecho público un extenso informe en el que se hace eco de las consecuencias sicológicas que ha generado la crisis sanitaria y el confinamiento derivado de ella. En colaboración con otros centros universitarios, la entidad educativa vasca ha liderado un estudio a nivel estatal, que evalúa efectos como la incertidumbre, pesimismo, irritabilidad o cambios de conducta, incrementados de manera notable durante la situación tan extraordinaria que nos ha tocado vivir.

En los datos que corresponden a Hego Euskal Herria, estima que el confinamiento ha incrementado la sensación de incertidumbre de manera moderada o elevada en un porcentaje cercano al 78% dentro de la población vasca, mientras que esta última ha experimentado algún tipo de aumento de su malestar sicológico general en un 46,3% de los encuestados.

Según una nota enviada por la UPV/EHU, la obligatoria cuarentena en los hogares que se ha venido llevando a cabo por espacio de dos meses constituye una situación sin precedentes que puede tener un importante impacto en el bienestar físico y sicológico de la ciudadanía. A ello hay que unir «la paralización de la actividad económica, el cierre de centros educativos y el confinamiento de toda la población durante semanas, lo que ha supuesto una situación extraordinaria y con múltiples estímulos generadores de estrés».

Los investigadores han detectado sensaciones de irrealidad entre los casos estudiados, con un índice de algo más del 42%, mientras que los indicadores de ansiedad o angustia se evalúan en un 33,5% de los episodios analizados, elevándose al 43% los sentimientos depresivos y reconociendo un 2,5% haber necesitado de atención sicológica para superar esos malos momentos.

Como cabía esperar, este tipo de procesos se elevan entre aquellas personas que han tenido sintomatología o se les ha detectado el Covid-19 y también entre quienes han sufrido algún tipo de consecuencia laboral, perdiendo su empleo de manera temporal o con carácter definitivo.

Un efecto negativo de todo ello se ha plasmado en el aumento de la irritabilidad y el enfado, asumiendo casi el 49% haber padecido cambios de humor, un porcentaje algo menor en lo que se refiere al agobio por recibir mensajes y llamadas –hay que tener en cuenta que mucha gente ha realizado teletrabajo desde su casa– y más reducido (en torno al 34%) si hablamos de haber sentido soledad.

Otro apartado que se ha estudiado con detenimiento es el de los cambios conductuales. Más del 40% ha reconocido haber ingerido alimentos con un alto contenido calórico, reduciéndose la práctica del ejercicio físico en un 27,7% durante las fechas del confinamiento. Del mismo modo, un 22% de los encuestados han admitido haber incrementado su consumo de alcohol, casi un 20% el de tabaco y un 7% el de cannabis.

En cuanto al uso de la tecnología, el encierro en los hogares ha provocado lógicamente también un aumento notable. Así, un 67,3% de los vascos preguntados han reconocido haber incrementado su consumo televisivo, casi el 73% hacerlo en el ámbito de las redes sociales y un 36% el haber invertido más tiempo en los videojuegos.

La investigación ha constado de dos estudios y ha combinado la metodología cualitativa y cuantitativa, además de contar con la participación de un total de 6.829 personas, de entre 18 y 92 años, de las diferentes comunidades autónomas del Estado español.

El equipo de investigación de este proyecto lo han constituido siete catedráticos de distintas áreas relacionadas con la Psicología, la Psicometría, la Evaluación y el Tratamiento Psicológico y la Metodología de las Ciencias del Comportamiento, incluida la propia rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka, así como de universidades de Barcelona, Murcia, Granada, Elche y la UNED.

Todos estos datos «acerca de los efectos que ha podido tener la pandemia y confinamiento sobre el bienestar sicológico de la población» se utilizarán como referencia para proponer una serie de recomendaciones que permitan afrontar posibles problemas, tanto en la población general como en grupos de mayor vulnerabilidad.