Arnaitz Gorriti

Valencia Basket gana jugando al gato y al ratón con Andorra (74-90)

Los taronja se han mostrado superiores a los pupilos de Ibon Navarro, plagados de bajas en el juego interior. No obstante, Andorra se ha arrimado hasta el 69-70 en el último cuarto, y solo la entrada de Abalde ha espabilado a los de Ponsarnau. El Real Madrid se ha impuesto con claridad a Gran Canaria y el duelo a muerte entre Casademont Zaragoza y San Pablo Burgos ha sonreído al cuadro castellano.

Alberto Abalde ha sido el factor desequilibrante para Valencia Basket. (J. M. CASARES / ACB PHOTO)
Alberto Abalde ha sido el factor desequilibrante para Valencia Basket. (J. M. CASARES / ACB PHOTO)

MORABANC ANDORRA 74 - VALENCIA BASKET 90

Valencia Basket tiene una plantilla con la que aspirar a ganar la Liga ACB, a pesar de contar con una sensible baja como Guillem Vives. Sin embargo, sus apagones por falta de concentración suelen acabar pasándoles factura. En esta ocasión, después de jugar al gato y al ratón con un Morabanc Andorra muy mermado por las bajas de Diagné y Musli, se han impuesto con claridad, pero después de vivir un apagón tremendo entre el final del tercer cuarto y mediado el último, que ha dejado a los entrenados por Ibon Navarro a un solo punto de los taronja: 69-70.

Sin embargo, una incomprensión entre Dejan Todorovic y Jelinek ha devenido en una absurda pérdida andorrana, lo cual ha servido para espabilar a los valencianos. Mike Tobey ha sustituido a un Bojan Dubljevic muy despistado y ha contribuido con un par de canastas, igual que un Joan Sastre que, si el envite no es muy físico, puede seguir ayudando a su equipo.

No obstante, la diferencia la ha marcado Alberto Abalde. El alero ferrolano ha jugado 27 minutos y hasta han sabido a poco, ya que ha sumado 17 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes y 24 de valoración, siendo el factor esencial en cada una de las escapadas de Valencia Basket. Del 69-70 se ha pasado el 72-88 con un Abalde decisivo lanzando, penetrando, asistiendo y dándole ritmo a su equipo.

Morabanc Andorra no ha podido responder a ese envite, toda vez que la merma física con la que ha llegado a esta Fase Final no le permite estar como para cambiar de ritmo. Ha firmado un 9 de 31 en triples el cuadro pirenaico, errando un sinfín de tiros liberados, ya que les faltaban piernas para apoyar el movimiento de los brazos. Valencia Basket, en cambio, ha firmado un 12 de 22 desde los 6,75 metros, con siete jugadores anotando al menos un tiro lejano.

Mike Tobey, sin rival bajo los aros, se ha ido a los 15 puntos y 13 rebotes, pero Valencia Basket ha maquillado un poco hacia el final su ventaja, ya que con 20 balones perdidos y cediendo 11 rebotes ofensivos, ha tenido momentos de innecesaria zozobra. Y eso ante rivales menos descompuestoas puede ser un grave problema.

REAL MADRID 91 - HERBALIFE GRAN CANARIA 73

El Real Madrid ha empezado metiendo el miedo en el cuerpo y amenazando una paliza histórica sobre un Herbalife Gran Canaria que, después de ceder el primer cuarto por ¡37-16! –encajando un 8 de 10 en triples–, ha peleado pero sin conseguir voltear nunca el marcador. Al final, cuando el cansancio ha empezado a hacer mella, los pupilos de Laso han conseguido volver a abrir la renta hasta el 91-73 final, con Carroll y Llull definiendo el partido y Tavares cerrando su aro con cinco tapones.

El primer cuarto ha sido espectacular, con Laprovittola y Randolph dando un primer impulso al Real Madrid mientras que los grancanarios braceaban de impotencia en busca de un rival al que no podían ni tocar. Pero hete acá que el segundo cuarto ha cambiado las tornas, con un parcial de 21-32 con el que los pupilos de Fotis Katsikaris han reivindicado su condición de rival digno. Matt Costelo, autor de 24 de sus 26 puntos en este cuarto, ha resucitado a los «pío, pío», alcanzando el descanso con un 58-48 en el marcador.

No ha cejado ahí el empeño de Gran Canaria. Neutralizado Costello, Katsikaris ha encontrado un quinteto extraño con Oriol Paulí de base y con Bourousis empeñado en sacar de la zona a Tavares a base de triples o penetraciones. A falta de acierto desde lejos, la notable mejoría defensiva –parcial de 11-14 este tercero– ha sido el arma empleada por los grancanarios para romper la barrera de los diez puntos de desventaja, valiéndose además de la manera infantil con la que Randolph, perdido entre protestas y aspavientos, se ha acabado borrando.

Pero tal ha sido el esfuerzo de Gran Canaria, y tal la profundidad de banquillo del Real Madrid, que el último período ha vivido el relanzamiento merengue. Sergi Llull, recuperado al fin de sus innumerables lesiones musculares, y un efectivo Jaycee Carroll han vuelto a darle los puntos necesarios a los pupilos de Pablo Laso, al tiempo que el ataque grancanario se ha estrellado continuamente ante la intimidación de Tavares y el trabajo defensivo de Rudy Fernández. Así las cosas, el partido ha decaído al mismo ritmo que han decaído las fuerzas grancanarias, mientras que el Real Madrid ha puesto su primera piedra camino a semifinales.

CASADEMONT ZARAGOZA 86 - SAN PABLO BURGOS 92

El partido menos decantado a priori ha servido para evidenciar que el «baby Zaragoza» no es el de los mejores días y también que San Pablo Burgos está a gusto siendo un dolor de cabeza constante, puesto que en esa constancia ha cimentado su victoria.

Mucho más centrados y espabilados, los pupilos de Joan Peñarroya han arrancado con un 0-8, con una diferencia notable en la puesta de escena, mientras que el gigantón Hlinason ha sido incapaz de hacer una buena acción, un Augusto Lima de menos calidad pero más centrado  ha hecho todo lo necesario para guiar el gran arranque castellano.

El tiempo muerto de Porfi Fisac no ha podido ser más certero, ya que ha enchufado al cuadro maño que ha provocado el tiempo muerto de vuelta de Peñarroya después de, a golpe de triple, haya empatado a 11, con Radovic, Benzing y Ennis ejerciendo de ejecutores, al tiempo que la defensa maña por fin se ha puesto las pilas.

San Pablo Burgos ha mantenido la iniciativa en todo el primer cuarto, y además se ha encontrado con que Carlos Alocén ha debido abandonar la cancha por molestias físicas, lo cual ha trastocado la concentración de Casademont Zaragoza y ha dejado el camino expedito a la canasta al base uruguayo Bruno Fitipaldo. Los de Porfi Fisac han perdido varios balones que han facilitado canastas sencillas por parte de los burgaleses, por parte de Dragan Apic o Miquel Salvó por ejemplo, llegándose al final del primer cuarto con 21-26 en el luminoso.

Zaragoza ha encontrado en el triple la manera de sobrevivir al buen juego de Burgos, que ha entrado en multitud de ocasiones en la zona maña a base de bloqueos y continuaciones con varias situaciones de canasta y falta, como la que ha sacado Apic para establecer el 24-30, con la colaboración del capitán castellano Javi Vega, y desesperación de Fisac.

En el penduleo del partido, unos espectaculares minutos de Jonathan Barreiro han propiciado el empate a 30. No obstante, los de Joan Peñarroya no han cejado en su empeño y además han encontrado el acierto en el triple de sus fuchajes Bassas y Pablo Aguilar, al tiempo que Fitipaldo ha vuelto a superar a un Alocén que ha regresado a la cancha, aunque a muy bajas revoluciones. Fisac, sin poder hallar sosiego en ningún momento, ha tenido que volver a pedir tiempo después de encajar un parcial de 3-12, cerrado con una canasta a la contra anotada por Lima. Del 33-42 se ha llegado al 39-47, con un Burgos llevando claramente el tempo del partido, mientras que el cuadro aragonés bastante ha tenido con sobrevivir gracias a su acierto en el triple.

La charla de Porfi Fisac ha debido ser bien intensa, porque la garra con la que han entrado las huestes de Casademont Zaragoza al regreso de los vestuarios ha sido de consideración. Dylan Ennis ha vuelto a ser el foco anotador maño, pero que en esta ocasión ha acompañado con una defensa más dura.

No obstante, McFadden ha emergido en este tercer cuarto como el típico revientaplanes, autor de varias canastas de últimos segundos en la posesión, sobre todo cuando el cuadro aragonés acechaba a uno a dos puntos. Con mucho esfuerzo, los de Fisac han empatado a 61, pero San Pablo Burgos, con un renacido Vitor Benite, se han vuelto a escapar con un parcial de 2-8: 63-69.

La iteración de los hechos ha vuelto a darse también en el último cuarto: reacción maña hasta situarse 69-71 y escapada burgalesa con un parcial de 3-11. La falta de pívots grandes en el seno aragonés, luego de las lesiones y las «deserciones» del confinamiento, han  hecho mella en su poderío reboteador, mientras que sendas técnicas a Radovic y Alocén, esta por simular, han ayudado a que los Benite, McFadden y Apic elevasen el 72-82.

Pero Zaragoza nunca se rinde, o eso dicen en su pabellón. Y aunque La Fonteta les quede lejos de casa, ha reaccionado con un parcial de 9-0, metiéndose en el partido con un 81-82 luego de un triple de Benzing. El mismo Benzing, después de haber estado a punto de dejarse la rodilla en un bloqueo, ha dado la primera ventaja maña a tres minutos y medio para el final, completando la remontada con otro triple, rápidamente contestado por Vitor Benite desde la larga distancia: 84-85.

El juego de aciertos y errores ha vuelto a beneficiar entonces a los de Joan Peñarroya, con dos grandes canastas de Lima y Bassas, su buena defensa ante un Zaragoza obsesionado con el triple, y una técnica por simular que ha victo Dylan Ennis y que, de la mano de McFadden desde la línea de tiros libres, les ha dado al fin una merecida victoria.