Las capturas de anchoa de la flota de Gipuzkoa y Bizkaia han ascendido a 4.600 toneladas y su precio medio en lonja ha sido de 1,38 euros el kilo, frente a los 1,62 euros del pasado año.

El notable descenso de capturas, frente a las 8.500 toneladas de 2019, se explica por la duración más corta de la campaña motivada por la incidencia del nuevo coronavirus.

Este año los barcos han faenado durante un mes y medio, frente a los dos meses y medio habituales.

Factores ambientales

Por otro lado, la última campaña Bioman ha establecido que la biomasa de anchoa se sitúa este año en torno a 330.000 toneladas, «la cifra más alta desde que arrancó este estudio en 1987», muy  muy por encima de las 21.000 toneladas que marcan el «valor mínimo para garantizar la sostenibilidad de la especie».

Estos datos han sido comentados este martes, en rueda de prensa en la sede de Azti en Pasaia, por el director general del centro tecnológico, Rogelio Pozo.

«Si bien los datos obtenidos durante los últimos cinco años ya eran buenos, nunca, desde que dio la serie histórica de la campaña Bioman, había registrado un resultado como el de este año», ha destacado.

«Al tratarse de una especie muy vinculada a factores ambientales, es indispensable constatar cada año la cantidad existente para poder hacer una gestión sostenible de las capturas y garantizar su preservación», ha explicado.

Disminuye el tamaño

Pozo ha señalado que una de las conclusiones obtenidas a través de las diferentes campañas de los últimos años es que el tamaño por edad de la anchoa «está disminuyendo».

Esto podría deberse a «una combinación de factores», según ha indicado. Por un lado, «los fuertes reclutamientos, que hacen que la mayoría de la población sea de un año de edad» y, por otro, «las condiciones favorables a una alta abundancia hacen que sobrevivan anchoas de menor tamaño para la misma edad».

«También sabemos que el aumento de temperaturas da como resultado individuos de menor tamaño», ha añadido.