Con su encuentro con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Angela Merkel proseguirá este martes su ronda de contactos con líderes de la UE previa a una cumbre que estará centrada en la negociación del fondo de recuperación tras la pandemia.

La líder alemana, quien la semana pasada recibió a su homólogo neerlandés, Mark Rutte, y este lunes al italiano, Giusseppe Conte, ha dejado claro que aspira a obtener resultados concretos, aunque no descarta otra cita a nivel de líderes antes del receso del verano, vistas las persistentes diferencias.

Hay que «mirar más allá de las cifras», insistió el lunes en su encuentro con Conte. Ese mismo día, Rutte dejaba claro que alcanzar un acuerdo para el fondo de reconstrucción «no va a ser fácil», en una declaración previa a la cita que mantuvo con Sánchez.

Países Bajos, junto con Dinamarca, Austria y Suecia, representan la posición más dura en la negociación del fondo destinado al rescate postpandemia.

La primera propuesta de la Comisión Europea (CE) contempla un volumen de 750.000 millones de euros, entre ayudas a fondo perdido y créditos, cuyo reparto está por definir.

Solidaridad: gesto humanitario o inversión

Merkel tomó la iniciativa ya el pasado mes de mayo, al formular junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, una propuesta para un fondo consistente en 500.000 millones. El eje franco-alemán se reactivó con esa formulación, fundamento del que luego desarrolló y amplió la presidenta de la CE, la alemana Ursula von der Leyen.

Ahora debe mantener cierta neutralidad en su condición de líder en este recién iniciado semestre de presidencia de la UE, donde el fondo de reconstrucción se ha convertido en asunto prioritario, llegando a eclipsar a otros puntos de la agenda, como la negociación post-Brexit con Londres.

En sucesivas intervenciones ante el Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento alemán), centradas en las prioridades del semestre, así lo ha recalcado. Hay que lograr que Europa «vuelva a ser fuerte», indicó el 1 de julio, inicio formal de la presidencia de turno alemana, donde reconoció que ésta iba a estar marcada por la pandemia y la «gestión de sus consecuencias».

Una semana después, en el Parlamento Europeo, defendió que la cohesión entre los Estados miembro para superar la crisis económica provocada por el coronavirus «no es un gesto humanitario, sino una inversión sostenible», y advirtió de que todo el mundo debe hacer el ejercicio de «ponerse en el lugar del otro».

Ante Conte, Merkel insistió el lunes en ese extremo y también en el propósito de alcanzar un acuerdo a escala de los 27. El reto es superar las consecuencias de la pandemia, algo que tiene, aseguró, «una dimensión política».

Segundo mandato europeo

Es la segunda vez que Merkel asume una presidencia de turno de la UE. La primera fue en 2007, cuando llevaba apenas dos años en el poder. Ahora se encuentra en su última fase de liderazgo, ya que ha descartado optar a su reelección al fin de esta legislatura, prevista para 2021, y ha asegurado que tampoco aspira a otro cargo a escala alemana o a otro nivel.

Su propósito es «tender puentes», insiste. Un propósito que se enmarca en su reconocida capacidad para encontrar consensos, a menudo en negociaciones maratonianas, y a lo que ahora está aún más abocada por su condición de presidenta de turno de la Unión.

La canciller admitió el lunes que «todavía no está claro» que se pueda obtener un acuerdo en la reunión del Consejo de la UE de este fin de semana, aunque su intención sigue siendo lograrlo.

De Von der Leyen a Michel

El paquete económico o fondo de reconstrucción debe marcar las bases de los presupuestos plurianuales de la UE. Merkel se mostró ante Conte de acuerdo con la propuesta presentada por el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel.

Este plan aumentaría el control sobre la entrega de las ayudas del fondo de recuperación, pero mantiene la cantidad total planteada por la Comisión que preside Von der Leyen, correligionaria y exministra de Merkel, de 750.000 millones de euros.

«Claro que se debe garantizar que el dinero llega al sitio correcto», subrayó Merkel, preguntada por la vigilancia del destino de los fondos que se atribuya a cada socio de la UE y que deberán ser aprobados por mayoría cualificada.

Para la canciller, la línea dura de los países llamados ‘frugales’ no debe ser un obstáculo insalvable. En la UE es habitual partir de posiciones alejadas, ha venido insistiendo, tanto en solitario como junto a Macron.

Por su parte, Sánchez llega este martes a Berlín tras haberse reunido ayer con Rutte. Tras la cena con la canciller seguirá viaje esta misma noche hacia Suecia, otro país ‘frugal’, donde mañana se entrevistará con su primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, en su residencia de Harpsund, en las afueras de Estocolmo.