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La UPV/EHU estudia el clima de los últimos 37.000 años en el Golfo de Bizkaia

La UPV/EHU ha publicado un estudio en la revista ‘Quaternary International’ que analiza los cambios climáticos ocurridos en el Golfo de Bizkaia en los últimos 37.000 años, principalmente a través del análisis de especies de algas y crustáceos predominantes en los diferentes intervalos climáticos. Los investigadores han recurrido al estudio de los microfósiles de 176 especies de foraminíferos bénticos.

Julio Rodríguez Lázaro, catedrático del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, y uno de los autores del estudio. (UPV/EHU)
Julio Rodríguez Lázaro, catedrático del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, y uno de los autores del estudio. (UPV/EHU)

«Teniendo en cuenta que los océanos ocupan el 75% de la superficie terrestre, la influencia que estos tienen sobre el clima es muy fuerte, y viceversa, los cambios en el clima influyen fuertemente en los océanos», describe Julio Rodríguez Lázaro, catedrático del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, y uno de los autores del estudio, junto con Ana Pascual, Blanca Martínez-García, y Zeltia Varela.

Añade Rodríguez Lázaro que «en nuestro grupo nos dedicamos al estudio de la paleoceanografía, donde buscamos y analizamos las evidencias de cómo ha cambiado el océano en los diferentes periodos o intervalos climáticos. Nuestro estudio se centra en el Golfo de Bizkaia, que es el trozo de océano que tenemos delante de nuestras costas».

En el trabajo, este grupo ha detallado con gran precisión muchos de los eventos climáticos que han sucedido en los últimos 37.000 años. Para ello, han recurrido al estudio de los microfósiles de 176 especies de foraminíferos bénticos, obtenidos de sondeos del fondo oceánico.

Los foraminíferos estudiados son unos pequeños seres marinos (una sola célula, pero muy grande), caracterizados por una concha de carbonato, del tamaño de granos de arena, muy utilizados en paleoceanografía, porque dependiendo de las especies que abundan en una época geológica u otra, «conocemos las condiciones que se daban en ese lugar y en ese periodo concreto». 

«Este análisis faunístico es posible porque muchas de las especies de foraminíferos son muy sensibles a los parámetros medioambientales básicos, como la temperatura, la concentración de oxígeno o el contenido de materia orgánica», relata el investigador.

Alternancia brusca

Los investigadores describen que el clima del planeta en este periodo de tiempo se caracteriza por la alternancia brusca de periodos cálidos y fríos, y «esos cambios climáticos parecen haber ocurrido cada 1.500 años, aproximadamente».

«Si fuéramos al ritmo que ha transcurrido en los intervalos de frío y calor anteriores, deberíamos estar yendo hacia un enfriamiento, pero esto no está ocurriendo», ha advertido uno de los investigadores.

Debido a la actividad humana se está acelerando el ciclo y modificando el equilibrio natural. «Esto podría tener consecuencias graves en un futuro próximo», advierten.