Amalur ARTOLA

«Été 85», el sueño de una noche de verano contada por Ozon

François Ozon vuelve a Donostia con ‘Été 85’, una película sobre la fugacidad del tiempo, el amor adolescente y la necesidad de cumplir las promesas que una vez realizamos, por muy descabellas que estas sean.

Benjamin Voisin, protagonista de ‘Été 85’. (Jon URBE | FOKU)
Benjamin Voisin, protagonista de ‘Été 85’. (Jon URBE | FOKU)

Tras conquistar la Concha de Oro en 2012 con ‘Dans la maison’, François Ozon se ha metido de nuevo en la competición oficial con ‘Été 85’, cinta basada en la novela del autor británico Aidan Chambers ‘Baile en mi tumba’, publicada en 1981. La película está contada desde la perspectiva de Alex, un adolescente de 16 años que, en el verano del 1985, naufraga con su velero y es recogido por David, un joven dos años mayor que él y del que se enamorará perdidamente. La historia se empieza a torcer cuando ambos admiten que el amor que sienten no va en la misma dirección.

En la rueda de prensa tras la proyección de la cinta, Ozon ha rememorado que leyó la novela en 1985, cuando tenía 17 años. «La novela me conmovió, pensé que alguien debía de hacer una película, pero no fue así. Antes me sentía demasiado cerca de los personajes pero ahora tengo 50 años y mi adolescencia está lejos, siento más ternura. Tras ‘Gracias a Dios’ tenía ganas de regresar a algo más ligero, lo releí. Este tiempo que ha pasado ha aportado dulzura», ha asegurado, y ha señalado que en todo momento ha tratado de ser fiel a la novela.

Ozon ha explicado que en la película «hay dos conceptos del amor y de la muerte». Alex está fascinado por la muerte, le fascina el mundo egipcio, y David sí se ha visto enfrentado a la muerte. «Alex quiere experimentar la muerte y el luto, y hablamos aquí de resiliencia, porque consigue hacer ese duelo gracias a la escritura. Puede hacer una obra de arte contando su historia», ha señalado. Lo mismo sucede con la manera de entender el amor de los protagonistas, «tienen ideas distintas». «En aquel tiempo la homosexualidad representaba un problema, era un peso, pero en esta historia la homosexualidad no es un problema. Por eso quería contar esta historia de una manera sencilla, sin que eso fuera un problema», ha indicado.

El director francés es reconocido por sus escenas de sexo explícitas, por lo que sorprende que en el primer encuentro sexual entre los protagonistas a los espectadores, literalmente, se les cierre la puerta. «Rodamos una escena de kamasutra gay, pero cuando la vimos nos reímos, nos dimos cuenta de que la historia la cuenta Alex, que es muy sentimental, por lo que había que cerrar esa puerta, para que el espectador la imaginara».

Con los 80 de fondo

Sobre los personajes centrales y su química han hablado los protagonistas, Benjamin Voisin (Alex) y Félix Lefebvre (David). Para el primero, «fue algo natural, hablábamos, nos peleábamos… hemos pasado mucho tiempo tratando de conocernos como actores, luego como personas, y cuanta más intimidad había entre nosotros más había entre los personajes». Lefebvre se ha referido a la manera de abordar su personaje, sobre todo, a través de la música y el cine de los 80. «Escuché mucha música, vi películas, hablé con mi madre, que vivió los 80… Acabas por entrar en el ambiente», ha destacado, pero ha reconocido que la de ‘Été 85’ «es una historia universal y contemporánea, si sucediera hoy mismo la historia y los personajes seguirían siendo los mismos».

Según a reconocido Ozon, la música, muy presente en la cinta con temas de The Cure o Rod Steward, hace referencia a su propia adolescencia. «La música de The Cure, Robert Smith, fueron muy importantes para mí, yo mismo tuve una época gótica. El fragmento de Rod Steward es de los 70, pero creo que viene bien», ha opinado.

A este respecto, ha reconocido que la película iba a llamarse ‘Été 84’, por tratarse del «mejor verano» del director francés, pero cambió el título para poder incluir ‘In Between Days’ de The Cure: «Robert Smith me dijo que no podía ser porque la canción es del 85, así que cambié el título», ha reconocido.