Nuevo sábado de manifestaciones en toda Bielorrusia que finalizaron con el arresto de más de cuatrocientas personas, la gran mayoría mujeres. «En todo el país fueron detenidas 430 personas (415 en Minsk). De ellas, 385 fueron dejadas en libertad», escribió Olga Chemodánova, portavoz del Ministerio del Interior bielorruso en su canal de Telegram.

La portavoz de Interior hizo asimismo un llamamiento a los ciudadanos a abstenerse de participar en acciones masivas no autorizadas y advirtió de que la organización de manifestaciones que alteren el orden público se sanciona penalmente.

Haciendo caso omiso a los llamamientos del Gobierno, cerca de dos mil mujeres participaron este sábado en una manifestación por las calles de Minsk. Hubo asimismo movilizaciones en otras ciudades de Bielorrusia.

Policías antidisturbios encapuchados y agentes de policía enmascarados y vestidos de civil arrestaron a las participantes que fueron conducidas a vehículos policiales. La policía también cargó contra algunos grupos de mujeres.

Entre las mujeres arrestadas se encontraba Nina Baguinskaya, de 73 años, una de las activistas más conocidas del movimiento de protesta contra Alexander Lukashenko. Más tarde fue liberada de una comisaría.

Denuncia de fraude electoral

Las protestas de mujeres comenzaron en Bielorrusia después de que las primeras movilizaciones de protesta fueran duramente reprimidas. Los manifestantes denunciaban la falta de limpieza en las elecciones y exigían su repetición.

El relevo lo tomaron mujeres vestidas de blanco que comenzaron a formar cadenas humanas y marchar por las calles de Minsk y otras ciudades en marchas pacíficas que inicialmente fueron toleradas por la policía.

Para hoy la oposición bielorrusa ha convocado en el centro de Minsk y de otras ciudades bielorrusas «marcha de la justicia» bajo de consigna «No olvidaremos ni perdonaremos».

Resolución de Naciones Unidas

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó este viernes una resolución que pide al Gobierno de Bielorrusia que ponga fin a la violencia contra los manifestantes.

La resolución pide además a las autoridades bielorrusas que «cese el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, incluida la tortura y otros tratos crueles e inhumanos», así como el fin de las detenciones arbitrarias con motivaciones políticas.