Amaia U. Lasagabaster

La Real repite txapela desde el punto de penalti

El equipo donostiarra se lleva la final por segundo año consecutivo para hacerse con la X. Euskal Herria Kopa. El título se ha decidido desde el punto de penalti después de que los noventa minutos reglamentarios acabaran con empate (0-0).

Las judadoras de la Real posan con la txapela y los trofeos. (Endika PORTILLO/FOKU)
Las judadoras de la Real posan con la txapela y los trofeos. (Endika PORTILLO/FOKU)

Por tercera vez, segunda consecutiva, la Real se proclama campeona de la Euskal Herria Kopa. Más novedosa es la forma en la que lo ha conseguido. Y es que esta décima edición del torneo es la primera que se decide en la tanda de penaltis, después de que los noventa minutos reglamentarios –no se ha disputado prórroga– hayan acabado con empate (0-0).

Las donostiarras han encarado el partido, disputado en Urritxe, con un equipo más reconocible, en el que solo Maitane, Gemma Gili y Fransi se estrenaban en busca de la txapela. Tampoco eran demasiadas las caras nuevas en el Athletic –apenas Istillart–, que ya recurrió con frecuencia al filial la temporada pasada, pero sí notable el descenso en la media de edad, provocado en buena manera por las numerosas bajas con las que afronta el cuadro rojiblanco este arranque de temporada.

La Real ha empezado mejor. Incluso ha celebrado el gol de Franssi a las primeras de cambio, aunque el tanto no ha subido al marcador por fuera de juego de la delantera finlandesa, y Eizagirre ha enviado un balón al larguero poco después. Con el transcurso de los minutos, el choque se ha ido equilibrando y lo mismo ha sucedido en la segunda parte, en la que las rojiblancas lo han pasado peor al principio y han acabado mirando a la portería de Quiñones, que de hecho se ha tenido que lucir en la última acción del partido para despejar un chutazo de Valdezate.

No ha habido prórroga pero sí penaltis. Y emoción. Porque ni unas ni otras han querido dar su brazo a torcer. Ha habido que esperar al octavo lanzamiento para presenciar el primer error. O acierto, mejor dicho, porque Quiñones ha detenido el chut de Eunate. Leire Baños no ha perdonado a continuación, marcando el definitivo 7-8 que le daba el título a su equipo.