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Netanyahu aprovecha el covid-19 para restingir las manifestaciones en Israel

El Likud y su socio de coalición, Azul y Blanco, han aprovechado el covid-19 para aprobar una norma que limita el derecho a manifestación y afecta a las multitudinarias protestas que se celebran todas las semanas contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Protesta contra Benjamín Netanyahu. (Menahem KAHANA/AFP)
Protesta contra Benjamín Netanyahu. (Menahem KAHANA/AFP)

Israel ha aprovechado la segunda ola del covid-19 para restringir las manifestaciones. Una polémica decisión que afectará a las multitudinarias protestas semanales contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Quienes deseen manifestarse deberán hacerlo en grupos de veinte, y no podrán sumar más de 2.000 personas ni podrán estar a más de un kilómetro de sus casas. La limitación se extiende también a los rezos conjuntos, lo que afecta sobre todo a las comunidades ultraortodoxas, contrarias a la medida.

El Parlamento (Knéset) ha aprobado la controvertida medida tras horas de debate, bien entrada la madrugada, gracias a un acuerdo entre el Likud de Netanyahu y su socio de coalición, Azul y Blanco.

Medida controvertida y prorrogable

La prohibición entrará en vigor este miércoles, tendrá una duración inicial de una semana y se podrá ampliar posteriormente hasta un máximo de tres con el visto bueno gubernamental. Pero solo se podrá mantener con el país bajo confinamiento general, y no cuando este se sustituya por cierres parciales.

Se espera que se reduzcan considerablemente las protestas contra Netanyahu, que han llegado a congregar a entre 10.000 y 20.000 personas algunos sábados, la mayoría frente a su residencia oficial en el barrio jerosolimitano de Rehavia.

Durante el debate parlamentario, cientos de personas se han manifestado ante la Knéset contra una medida que consideran «draconiana».

«He venido a ver si todavía puedo hablar frente al pleno, porque ese es el próximo paso: dirán que por el coronavirus no puedo ponerme en pie aquí y hablar en nombre de la oposición», ha señalado irónicamente el líder de la oposición, Yair Lapid.

El diputado del conservador Israel Nuestro Hogar Eli Avidar ha calificado la prohibición de «un ataque a los ciudadanos de Israel» y ha asegurado que una vez aprobada el país se habrá convertido en una dictadura.

Las protestas contra Netanyahu, que se repiten semanalmente de forma masiva desde hace más de cuatro meses y en formato más limitado desde hace más de un año, muestran rechazo al primer ministro por su procesamiento en tres casos de corrupción y su gestión de la pandemia y de la crisis económica que esta ha generado y piden su dimisión.