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La Autoridad Portuaria de Bilbo critica la huelga e insta a los estibadores a aceptar el arbitraje

La Autoridad Portuaria Bilbo se ha mostrado favorable al arbitraje del Preco solicitado por Bilboestiba y ha considerado que «nadie entendería» que «no se aceptara esta mediación» ante los «efectos perjudiciales que está causando la huelga de estibadores».

La Autoridad Portuaria Bilbo se ha mostrado favorable al arbitraje del Preco solicitado por Bilboestiba. (Marisol RAMIREZ/FOKU)
La Autoridad Portuaria Bilbo se ha mostrado favorable al arbitraje del Preco solicitado por Bilboestiba. (Marisol RAMIREZ/FOKU)

En una nota, la Autoridad Portuaria de Bilbo ha señalado que la convocatoria de una huelga realizada por Coordinadora, UGT, LAB y Kaia «debe ser el último recurso, una medida extrema y excepcional, sostenida en fundamentos objetivos razonables», condicionamientos que a su juicio «no se dan» en la huelga de los estibadores.

Por contra, el comité de Bilbaoestiba criticó ayer las «vergonzantes» manifestaciones de las empresas, que, «mientras informaban que habían solicitado un arbitraje» anunciaba el despido «de facto» 100 eventuales, a los que se les ha dejado de contratar como «represalia» a su apoyo a la huelga con la «complicidad de la presidencia» de la Autoridad Portuaria que impidió la entrada los estibadores.

Sin embargo, la propia Autoridad Portuaria ha apelado este miércoles «a la responsabilidad de todos» y a «realizar reivindicaciones de acuerdo a la legalidad vigente» sin perjudicar el derecho al trabajo del resto de colectivos y a ser «solidarios» con una sociedad que necesita que el Puerto de Bilbo esté «al servicio de nuestra economía».

Ha insistido en la necesidad de un «diálogo entre las partes» y un «respeto mutuo para llegar a acuerdos» y ha destacado que no se ha podido elegir «peor momento» para llevar a cabo una huelga en la estiba, «en plena crisis derivada de la pandemia» y «a las puertas del Brexit».

Además, ha considerado que «en esta trascendental disyuntiva» derivada del Brexit, el puerto de Bilbo partía «como puerto con opciones para poder captar más tráficos y dar mejor servicio», pero ha advertido de que «esa posición la vamos perdiendo cada día que se mantiene la huelga».

Asimismo, ha lamentado que se haya anunciado «el deseo» de prorrogar la huelga hasta el 9 de noviembre, lo que conllevaría «pérdidas sensibles de tráficos que se van a otros enclaves, como nos consta que se está produciendo y que puede que no vuelvan».

De esta manera, ha señalado que a mediados del presente año, y como consecuencia de los efectos de la pandemia, calculó una caída para el presente ejercicio de un 11% del tráfico en el puerto de Bilbo, pero ha destacado que «los datos empeoran aceleradamente a consecuencia del actual escenario».

Así, ha afirmado que «la situación es mala» y que su «actual percepción de la situación y su posible solución es francamente negativa» y ha asegurado desconocer «si las partes han meditado realmente sobre el camino emprendido y las consecuencias dramáticas y dolorosas de sus decisiones».

La Autoridad Portuaria ha remarcado que las consecuencias de la huelga «las sufren toda la comunidad logístico-portuaria» y «sobre todo» las empresas que necesitan los servicios del puerto «para su internacionalización y salir de esta crisis», por lo que la huelga será «muy negativa para todos, incluidos las empresas y los trabajadores de Bilboestiba».

«Ninguna actividad económica, y el Puerto de Bilbao tampoco, puede soportar en el tiempo una situación de preavisos de huelgas, crispación laboral permanente y huelgas una detrás de otra. De seguir esto así, romperá por algún sitio y las consecuencias serán graves», ha destacado la Autoridad Portuaria.

Además, ha señalado que como se ha demostrado a lo largo del tiempo «un cierre del conflicto en falso, no es la solución» y que ha habido «demasiadas negociaciones fracasadas, muchos años de crispación y un deterioro progresivo contrastado en la calidad del servicio».

Para la Autoridad Portuaria, «una conclusión innegable es que el actual modelo de gestión de los servicios de estiba simplemente no sirve», aunque no ha cuestionado «ni la profesionalidad de los trabajadores, ni las retribuciones que reciben, ni su lógico e innegociable interés por mantener el puesto de trabajo».

«Los problemas vienen por la no aceptación de las nuevas realidades, normativas y operativas, la falta de productividad y de la competitividad global del servicio y, por supuesto, la manifiesta y preocupante incapacidad de llegar acuerdos entre los representantes de ambas partes», ha afirmado.