Sri Lanka ha comenzado a repatriar a Gran Bretaña 242 contenedores de residuos peligrosos, sobre todo biomédicos, llegados ilegalmente al país asiático, y tras una batalla judicial que ha durado dos años.

Los 20 primeros contenedores con desechos biomédicos, algunos procedentes de morgues, fueron embarcados en el MV Texas Triumph y otros 65 serán cargados de aquí a una semana, según ha indicado un portavoz del Departamento de Aduanas,  Sunil Jayaratne.

Un tribunal de Sri Lanka ordenó el 14 de setiembre el reenvío a Gran Bretaña de esa carga. La Corte de Apelación ordenó asimismo abrir un proceso judicial contra el importador local, que aceptó traer entre setiembre de 2017 y enero de 2018 esos residuos, que provienen sobre todo de hospitales y morgues, y que incluyen partes de cuerpos humanos, y quien afirmó que estaban destinados a ser reciclados.  

La organización militante  Centre for Environmental Justice (CEJ) interpuso la demanda judicial para exigir la repatriación de los contenedores.

Según la aduana ceilanesa, los desechos, que incluyen asimismo toneladas de plástico, fueron «importados en abierta violación de las reglamentaciones locales e internacionales.

Las autoridades, alertadas por el hedor de los contenedores, los encontraron abandonados en el puerto de Colombo y en una zona franca vecina. Contenían en particular vendas, trapos y partes de cuerpos humanos de las morgues.

Varios países asiáticos, hartos de ser el vertedero de los residuos de los países mas enriquecidos, están devolviendo en los últimos años los desechos a sus países de origen. Entre ellos figuran Filipinas, Indonesia y Malasia. Y desde ahora también Sri Lanka.