Flamenco On Fire está de enhorabuena, se cumplen diez años desde que inició su andadura. «Tras preguntarnos qué es el flamenco en 2021 y poner de manifiesto la lírica en 2022, esta vez la guitarra tomará protagonismo a través del concepto ‘alzapúa’, una característica técnica del toque flamenco que emplea el pulgar para golpear las cuerdas. La alzapúa será una puerta de entrada al instrumento y a la obra de Sabicas –el centro cultural celebra también su décimo aniversario–, tan presente desde nuestros inicios, así como al resto de figuras y disciplinas artísticas que el festival quiere sumar en su efeméride. Tras la lírica, ruge la voz de la guitarra», han señalado sus organizadores.

Miguel Poveda será el primero en actuar en el Auditorio Baluarte, el 25 de marzo a las 20.00 horas, con un concierto único en su gira 2023, llamado ‘Cantes y poemas del cante jondo’ que servirá de anticipo al acontecimiento cultural que tendrá lugar en verano. Estará acompañado de nombres como Jesús Guerrero (guitarra), Paquito González (percusión), El Londro (coros y palmas), Carlos Grilo (palmas) y Sonia Poveda (baile). Las entradas ya están a la venta en la web.

El resto del festival se desarrollará los días 18 y 19 de agosto en Biana y Tutera. Iruñea tomará el relevo del 23 al 27 de agosto, recuperando un día más en su programación habitual.

El cartel inicial ha sido presentado este jueves en una rueda de prensa dirigida por el periodista Luis Gortari y que ha contado con las intervenciones del director del festival, Arturo Fernández; la concejal de Cultura e Igualdad de Pamplona, María García Barberena; y el director de proyectos estratégicos de NICDO, Javier de la Fuente.

El director del festival ha puesto en valor que a lo largo de estos 10 años han mantenido su objetivo inicial de convertirse en «un evento cultural» que mostrase «el flamenco más contemporáneo respetando siempre la tradición» y siendo «un escaparate de lo que estaba pasando en todo el territorio nacional en lo que al flamenco se refiere».

«Despertar la flamencura de los navarros»

«Hemos venido de una forma muy humilde a intentar añadir valor a lo que hacían otros festivales y despertar, que no introducir, esa flamencura que está en el ADN de todos los navarros», ha referido Fernández.

Además han cumplido su deseo de «recuperar el nombre y la obra del maestro Sabicas», algo que «está ya dentro del acervo» y que se materializa en reconocimientos como el realizado el pasado año por el Ayuntamiento de Iruñea con la instalación de una escultura en homenaje al guitarrista que «es la envidia de todos los flamencos por su belleza y su magnitud», ha dicho.

El director del festival ha destacado asimismo la preocupación social del la organización a través de la colaboración con todo tipo de entidades, especialmente la Federación de Asociaciones Gitanas de Navarra Gaz Kaló, y ha subrayado que «el festival también conlleva retorno económico y es generador de turismo».

Desde el Ayuntamiento, García Barberena ha destacado la «calidad indiscutible de la programación y la capacidad del festival de traspasar los muros del edificio impregnando toda la ciudad convirtiéndose en la segunda gran fiesta del verano pamplonés y una religión para miles de personas de esta ciudad».

A lo largo de estos 10 años, ha comentado la concejal, han podido ver «cómo este proyecto se ha ido haciendo adulto creciendo y consolidándose y cómo se ha tenido que ir reinventando en algunos momentos» como durante la pandemia, cuando fue «de los pocos valientes que hicieron una edición más limitada».

La autora del cartel conceptual de esta décima edición es Mariana Razzetti, artista que, según ha explicado en un texto leído por Fernández, se ha servido de la imagen de una sobremesa flamenca «con mucha potencia de elementos» en la que «se ve el disfrute» con la guitarras como elemento percutor.