Beñat Zarrabeitia

El camino hacia la gloria y las incógnitas se dan la mano

 

 

El Athletic encara el tramo final de la presente temporada con objetivos sumamente ilusionantes en su horizonte. La dificultad para alcanzarlos es obvia, pero el equipo rojiblanco continuará peleando por obtener la séptima plaza liguera y ser campeón de Copa. La consecución del título otorgaría a los actuales futbolistas del Athletic ocupar un lugar grabado con letras de oro en la historia del club. Y es que ganar en el Nou Camp ante el Barcelona y con la ausencia de futbolistas importantes como Muniain o De Marcos sería  un éxito comparable a la mítica victoria de 1958 en el Bernabéu contra el Madrid de Di Stefano, el triunfo de «los once aldeanos».

El desenlace llegará en menos de 50 días, pero la dirección deportiva ya trabaja en la próxima temporada. Un curso que todo indica que traerá importantes cambios en la composición de la plantilla del primer equipo. Por el momento, son más las incógnitas que las certezas.  La primera es la que hace referencia al inquilino del banquillo, ya que Ernesto Valverde aún no ha ofrecido pista alguna en torno a su futuro. El técnico gasteiztarra tiene crédito más que suficiente, además de un hueco reservado en el Olimpo en caso de ganar la Copa, para seguir al frente del Athletic. Tercer entrenador con más partidos al frente de los leones, suma un saldo harto positivo en sus dos etapas. Inteligente, preparado, cercano a los jugadores, perspicaz y conocedor de la casa, Valverde reúne todos los elementos necesarios para dirigir a los leones durante todo el tiempo que él quiera. Y es precisamente ahí donde la radica la duda, saber si contará con gasolina interna suficiente para continuar comandando uno de los proyectos más fascinantes y estresantes del fútbol europeo. Joaquín Caparrós, nada más llegar a Bilbao, en una relajada conversación de terraza, no dudaba en asegurar que «dirigir al Athletic es como hacerlo al Sevilla y al Betis a la vez».  El banquillo de San Mamés genera un importante desgaste para cualquier míster.

En caso de que Valverde no siga, la primera opción podría ser la del Cuco Ziganda, siendo posiblemente Aitor Larrazabal el encargado del filial. El trabajo del técnico de Larraintzar es sencillamente espectacular, al margen de los excelentes resultados con diferentes generaciones de futbolistas, la producción para el primer equipo es más que satisfactoria. Su función en el engranaje de Lezama es vital, por lo que cabría calibrar muy bien la posibilidad de un cambio de rol. Ziganda es un activo fundamental en el trabajo de cantera y su presencia en el club no debería depender del azar de unos resultados coyunturales en Primera. Desde una visión estratégica a largo plazo, su papel debería parecerse que cumplía Iñaki Sáez décadas atrás.

Otra de las opciones es la de Gaizka Garitano. Al preparador vizcaino, enfrascado en la salvación del Eibar tras su horrible inicio de segunda vuelta, le resta un año de contrato con los armeros. No hay duda de que se trata del entrenador vasco más emergente, pero hace unos meses mostraba importantes reticencias a la hora de afrontar el reto inmediato de poder dirigir al Athletic con tanta prontitud. Sin embargo, dicha percepción podría haber variado tras los malos resultados y sensaciones internas que le despierta la plantilla actual de su equipo. En caso de seguir en Ipurua, Garitano subirá el listón en sus peticiones, fundamentalmente en lo relativo a las condiciones de trabajo y a la actitud de los futbolistas que pudiesen incorporarse a la plantilla eibarresa. Por lo demás, en plena renovación generacional también en los banquillos, los entrenadores vascos más importantes de la actualidad como Deschamps, Emery y Julen Lopetegi, tienen contrato en vigor son sus respectivos conjuntos.

La apuesta por el mercado internacional se antoja más complicada. Los factores que dificultan este tipo de operaciones son varios: La escasez de nombres de prestigio contrastado disponibles, las altísimas peticiones económicas de los entrenadores top o la alargada sombra de Marcelo Bielsa. La apuesta de la Real Sociedad por David Moyes, tampoco alienta demasiado la idea de optar por una aventura similar.

 

 

¿Cambios en la capitanía?

A expensas de la confirmación oficial, todo indica a que Andoni Iraola abandonará la disciplina del Athletic para jugar en EEUU. Lo hará como un auténtico mito, el cuarto futbolista con más partidos en la historia del club, capaz de rendir y ser importante durante toda su etapa, protagonista de una trayectoria ejemplar que le ha granjeado el respeto de todos los estamentos que componen la institución. Credenciales que deberían hacer que el club sopese la posibilidad de recuperar los partidos de homenaje.

Su último servicio será en la final de Copa del Nou Camp, encuentro en el que tiene todos los boletos para ser titular debido a la sanción de Óscar de Marcos. En caso de proclamarse campeones, Iraola podría alzar el trofeo junto a Carlos Gurpegi, el otro capitán del equipo. Y es que tampoco es segura la continuidad del jugador de Andosilla. En una reciente comparecencia de prensa en Lezama dejó entrever que podría seguir un año más, pero no cabe olvidar el estado de sus maltrechas rodillas. Circunstancia que no ha sido óbice para que en líneas generales el navarro ofrezca un rendimiento satisfactorio cuando ha sido requerido.

Ambos forman junto a Gorka Iraizoz y Aritz Aduriz la columna vertebral del equipo. Bien entrados en la treintena, llegaron prácticamente a la par a Lezama y se han convertido en futbolistas icónicos para el club. Su actitud, compromiso, peso interno y valía futbolística, les avala. Su paulatina marcha, pese a que tanto el portero como el delantero seguirán un año más como mínimo, será una importante prueba de fuego para el Athletic.

Sustituir a jugadores de su nivel no resulta nada fácil y ahí reside uno de los retos principales del club a corto y medio plazo. El cambio de ciclo en lo que a referencias y liderazgo tendrá su prueba de fuego en la capacidad de seguir manteniendo un alto rendimiento. Un empeño que en buena medida dependerá del paso adelante que den futbolistas que ya pertenecen a la primera plantilla. Junto a ellos, la aportación producida en Lezama y la audacia de la dirección deportiva del club a la hora de incorporar futbolistas será también determinante.

 

 

Nueva estructura central en el equipo

La grave lesión de Iker Muniain ha supuesto un fuerte golpe para el Athletic, tanto por su capacidad futbolística como por el rol que está destinado a jugar el navarro en el club. Los cambios en la columna vertebral del equipo están al caer, por lo que el papel de algunos jugadores debe de adoptar otra dimensión. Es el caso San José, Iturraspe, De Marcos, Laporte, Williams o el propio Muniain. Estandartes de la nueva generación de futbolistas procedente en su mayoría de Lezama y que deberá continuar con la senda de buenos resultados que ha propiciado que desde 2009 el Athletic alcance cinco finales –todavía puede conseguir el título de Copa- y una clasificación para la Champions League. En ese sentido, evitar la fuga de futbolistas también es una cuestión muy a tener en cuenta tras los últimos antecedentes, La pedagogía y las experiencias en positivo suponen un importante activo para la continuidad de todos los elementos del grupo. A priori, Aymeric Laporte es el jugador con más cartel, pero su bienestar en Bilbao y la elevada cuantía de su cláusula de 42 millones son un importante dique de contención para cualquier tentativa externa.

Una transición de roles y liderazgo en el que Aduriz, Iraizoz, Susaeta y Mikel Rico deben de tener un peso especial, al igual que Gurpegi en caso de continuar. Los cuatro cuentan con experiencia y clarividencia suficiente para desarrollar dicho papel con acierto en el verde y en la caseta.

De lo que no hay duda, siendo uno de los grandes tesoros que tiene el club, es que actualmente el Athletic disfruta del vestuario más comprometido de Primera. Hablamos de algo que tiene un valor incalculable en el fútbol y en cualquier otro grupo humano. Mantener dicha plusvalía con el cambio de personas es uno de los principales retos para la caseta, ya que en caso de conseguirlo se ampliarán las fortalezas internas y clasificatorias del Athletic en el futuro.

 

 

Asoman los nombres de los primeros fichajes: Bóveda, Eraso y Arellano

La composición del grupo que echará a andar a principios de julio dependerá en gran medida de la resolución de las incógnitas anteriormente citadas. Un elemento cíclico en el club, en 1986 Iribar se hizo cargo del primer equipo tras la marcha de los capitanes Dani y Txato Núñez o lo mismo le sucedió al propio Ernesto Valverde en 2003 con una plantilla que acababa de perder a Bittor Alkiza y al actual presidente Josu Urrutia.

De cualquier forma, tanto en Lezama como en Ibaigane se trabaja en la preparación de la próxima temporada. La primera incorporación cerrada es la de Eneko Bóveda, que cumplirá su sueño de volver al Athletic tras un exitoso ciclo en el Eibar. El de Iurreta debutó con Joaquín Caparrós en el primer equipo y se ha consolidado como futbolista de la mano de Gaizka Garitano. Basta con ver cualquier partido de los armeros para comprobar que cuenta con un nivel superior al de la mayoría de sus compañeros. Peleará por ser titular en el lateral derecho. Para la otra banda, al menos en pretemporada, también se anticipan movimientos. Esta misma semana, la prensa catalana informaba de la inminente llegada de Julen Arellano a Lezama. El zurdo de Ablitas, actualmente en la cantera del Barcelona e internacional en las categorías inferiores con la selección española, tendría un sitio reservado para hacer la pretemporada con el primer equipo rojiblanco.  Asimismo, el pasado martes, Radio Marca daba cuenta del retorno de Javi Eraso al club. El centrocampista de Barañain está ofreciendo un gran rendimiento en el Leganés, conjunto en el que recaló tras abandonar Lezama en 2013, y en el que se ha ganado el billete de vuelta.

Con esos tres nombres encima de la mesa, no se descarta que haya más incorporaciones, al contrario. Sin embargo, todo el entorno rojiblanco es consciente de la dificultad que conlleva incorporar futbolistas de alto nivel debido fundamentalmente a sus elevados costes. Una situación que podría llevar al Athletic a seguir profundizando en la vía del potencia, incorporando a jóvenes promesas del fútbol vasco, horizonte en el que podrían aparecer el defensa del Alavés Einar Galilea o el medio de Osasuna Mikel Merino. La prensa castellana también se ha hecho eco de un presunto interés en Isaac Aketxe, hermano de Ager y actual delantero de la Cultural Leonesa que en la temporada 2009-2010 llegó a contar con unos pocos minutos a las órdenes de Caparrós.

 

 

Grandes nombres, pocos, caros o con pasado rojiblanco

Los futbolistas vascos que militan en clubes de primerísimo nivel se pueden contar casi con los dedos de una mano, siendo algunos de ellos exjugadores del Athletic. La dupla navarra formada por César Azpilicueta y Nacho Monreal cuenta con un importante estatus en Londres y no ha mostrado nunca una especial apetencia por formar parte del conjunto rojiblanco. Ahora bien, convendría mantener una constante alerta en torno a su situación deportiva para intentar algún tipo de operación. Cosa que ya hizo el Athletic con Monreal, lateral izquierdo por el que llegó a ofrecer 10 millones de euros al Málaga según confirmó el propio Josu Urrutia.

Asier Illarramendi fue el principal animador del pasado mercado invernal. El de Mutriku contó con una importantísima propuesta para engrosar las filas rojiblancas, oferta que finalmente el Real Madrid no contempló. El rol del medio guipuzcoano en el conjunto merengue es bastante residual y su salida parece cantada. La entidad de Concha Espina abonó más de 35 millones por el jugador y desea recuperar parte de la inversión, tratando de esquivar la mayor cantidad de críticas a un negocio poco rentable aprovechando la tranquilidad del periodo estival. Por tanto, todo indica que podemos asistir a un nuevo capítulo. Varios clubes de la Premier están interesados en sus servicios, opción que podría también ser del agrado del jugador, pero el Real Madrid quiere perder la menor cantidad de dinero posible. Ahí podría volver a entrar la variable del Athletic, a la espera de que el jugador haya valorado la situación con más tiempo y frialdad, lejos de declaraciones tan desafortunadas como las que realizó Jagoba Arrasate. No sería deseable perder oportunidades, ni tampoco traer a nadie a regañadientes.

La delantera es uno de los puestos en los que podría haber variaciones. La edad y dependencia de la capacidad realizadora de Aritz Aduriz genera un importante quebradero de cabeza, pese a que la irrupción de Iñaki Williams ha supuesto un ciclón de aire fresco para el ataque. Más complicado se antoja el rol y futuro de Guillermo Fernández, un futbolista de grandes cualidades al que le está faltando fortuna, o de Borja Viguera.

El mercado tampoco ofrece grandes alternativas, salvo si se repara en antiguos integrantes de la entidad. El nombre de Fernando Llorente continúa generando una importante crispación en la entidad. Su salida dejó un malísimo sabor de boca, más al conocer la comisión de tres millones de euros cobrada por su hermano Chus de la Juventus, pero no cabe olvidar que el delantero es historia viva del club. Su ciclo en la vecchia signora parece amortizado, por lo que la entidad piamontesa podría buscarle una salida. La convulsión provocada por un hipotético regreso es una cuestión a tener muy en cuenta, ya que no es conveniente volver a tener un ambiente enrarecido en San Mamés. Llegados a este punto, quizá sea un buen momento para que todo el mundo se deje pelos en la gatera, haga cierta autocrítica y se entienda que salir de Lezama no es ningún crimen, pero que es casi imposible estar mejor que en el Athletic.

También complicada se antojaría la opción de Imanol Agirretxe, delantero que abandonó la factoría rojiblanca en 2003, y que parece uno de los pocos futbolistas con los que la Real Sociedad podría hacer caja en verano para acometer los fichales –entre ellos el prometedor Danny Ings del West Ham- de alto precio que David Moyes ha solicitado a la entidad blanquiazul.

Mención aparte merece el caso de Javi Martínez, el jugador de Aiegi continúa con su recuperación tras su grave lesión de rodilla. Su futuro parece encaminado a jugar en el centro de la defensa y está por ver el rendimiento que ofrece tras su recuperación. Sigue siendo el fichaje más caro de la historia del Bayern de Múnich y goza de crédito suficiente. No obstante, el navarro realiza habituales guiños a su paso por el Athletic en las redes sociales, los últimos en la antesala de la semifinal en Cornellá o debido a la grave lesión de Iker Muniain. Palabras que evidencian el buen recuerdo del jugador y su proactiva actitud respecto a un futuro regreso.

 

 

Antes de entrar, dejen salir

La marcha de Iraola parece cantada y no será la única. Resta por saber qué ocurrirá con Gurpegi, pero las llegadas anticipan salidas. Un jeroglífico que no es fácil de descifrar hasta que no se confirme la continuidad de Valverde o se conozcan los planes de cualquier otro técnico.

A priori, la situación más complicada es para Jon Aurtenetxe, Kike Sola y Gaizka Toquero. Los tres apenas han tenido oportunidades con Ernesto Valverde y han contado con ofertas para salir del club en los últimos meses. En el caso del lateral de Zornotza, fue pretendido por el Swansea de la Premier o el Almería, pero desde Ibaigane se optó por bloquear su salida. Los dos delanteros no son del gusto de Valverde y prácticamente no han disfrutado de oportunidades.

Unai Bustinza y Ager Aketxe subieron al primer equipo el pasado verano pero su presencia ha sido muy exigua. Ambos se han visto claramente perjudicados por las lesiones y su futuro parece encaminado hacia una cesión. Más difícil resultar saber qué ocurrirá con Guillermo, Unai López, Iago Herrerín o Borja Viguera. Todos ellos cuentan con contrato en vigor, siendo los dos primeros valores de futuro para el club. Habrá que ver si se redobla la apuesta por los jóvenes. En cuanto al portero, con la continuidad de Iraizoz garantizada, se jugará un puesto en la plantilla con el emergente Kepa Arrizabalaga. Viguera, por su parte, que llegó tras haber sido el máximo goleador de Segunda con el Alavés, no ha terminado de cuajar. Sus momentos más destacados son los goles que ha anotado ante el Espanyol o Alcoyano dentro de una temporada en la que ha entrado y salido de las convocatorias.

 

 

Desigual suerte para los cedidos

Un total de seis futbolistas pertenecientes al Athletic militan actualmente en calidad de cedidos en conjuntos de Segunda. Cuatro de ellos comenzaron la temporada en sus respectivos equipos, mientras que Kepa Arrizabalaga y Erik Morán se incorporaron a la Ponferradina y el Leganés durante el pasado mercado invernal. El portero de Ondarroa, habitual de la selección española sub 21, está ofreciendo un gran nivel en la escuadra del Bierzo y puede renovar su contrato con el Athletic en las próximas fechas. Destinado a ser el relevo natural de Gorka Iraizoz, su futuro inmediato podría pasar por pelear con el de Antsoain por la titularidad o ser cedido a un equipo de Primera.

Jonás Ramalho es uno de los baluartes del Girona, equipo que pugna por el ascenso, actuando en el eje de la zaga. Posición distinta a la que tuvo en sus inicios en el primer equipo del Athletic, donde Bielsa le situó en la banda derecha. Su rendimiento le está sirviendo para obtener un merecido billete de vuelta al Athletic. Otro central que está realizando una destacable labor en la categoría de plata es Unai Albizua. El defensa de Laudio se desvinculó de Ibaigane al final de la pasada temporada, pero la entidad vizcaina se guarda la posibilidad de repescarlo en junio.

El destino escogido por Enric Saborit ha sido un lugar en el que la convulsión ha sido constante. El Mallorca está padeciendo una temporada repleta de problemas internos y externos, situación que dificulta notablemente la progresión de jugadores cedidos que aspiran a terminar su ciclo formativo. Apenas ha sido alineado en 11 partidos y podría verse abocado a una nueva cesión. Su demarcación, la de lateral izquierdo, sigue siendo la que más quebraderos de cabeza produce en la dirección deportiva.

Una de las mayores joyas de Lezama es Iñigo Ruiz de Galarreta. El centrocampista eibartarra está completando una gran temporada en una plaza tan complicada como Zaragoza una vez recuperado de sus lesiones en las dos rodillas. Después de disfrutar de continuidad y restablecido físicamente, parece contar con un lugar reservado en la primera plantilla del Athletic. Calidad le sobra, se acerca la hora de «Galaxy».

El inicio de curso de Iker Guarrotxena podría invitar a pensar algo similar, ya que fue elegido como mejor jugador del Tenerife el pasado mes de octubre. Nada más lejos de la realidad, ya que desde entonces todo han sido problemas para el de Algorta. Al margen del desagradable incidente que supuso la lamentable agresión que sufrió a manos de un presunto aficionado chicharrero, los problemas clasificatorios de la entidad canaria y, sobre todo, los problemas de espalda han lastrado su temporada. La preocupación en Lezama ha sido manifiesta, ya que se trata de un jugador que había ofrecido un magnífico nivel en el filial y con un rendimiento inmediato en el Tenerife.

 

 

La aportación de Lezama

El Bilbao Athletic continúa realizando una impresionante labor en búsqueda de una plaza en los play-off de ascenso. Teniendo claro que el objetivo principal de la factoría rojiblanca es producir futbolistas para el primer equipo, tal y como demuestran las irrupciones de Aymeric Laporte, Williams, Guillermo o Unai López. Lograr el ascenso a Segunda supondría un espaldarazo de primer orden para el club, pudiendo elevar el listón competitivo de los cachorros de forma notable.

El conjunto del Cuco Ziganda ha contado con un relevo generacional en la presente campaña, rearmándose para volver a competir cada fin de semana. Un trabajo que ofrece resultados inmediatos y provoca que jugadores del filial llamen ya a las puertas del primer equipo. Quizá el caso más destacable sea el de Sabin Merino. Tanto en la banda como actuando de referencia en ataque, el de Urduliz está exponiendo su candidatura. Potencia, remate y velocidad son algunas de sus virtudes, acompañados por los 14 goles que ha conseguido hasta el momento. Cifra que también ha alcanzado el delantero Gorka Santamaría, el de Irala ha sido capaz de tomar el relevo de Iñaki Williams.

La polivalencia del deustuarra Iñigo Lekue es otro de los elementos más destacables en la plantilla de los cachorros. Capaz de jugar en ambas bandas, tanto en labores defensivas como ofensivas, Cuco Ziganda tiene una gran confianza en sus aptitudes.  Por su parte, el defensa Yeray Álvarez ya ha sido citado por el primer equipo y en caso de continuar con su progresión pocos dudan de que dichas convocatorias se volverán a repetir.

 

 

Lo mejor está por llegar

La dirección deportiva del club trabaja en silencio de cara al futuro. Las piezas están sobre la mesa y únicamente resta encajarlas. El tiempo ira despejando las numerosas incógnitas que residen actualmente en el Athletic, es cuestión de semanas. Mientras tanto, lo mejor está por llegar. La posibilidad de obtener plaza europea a través de la Liga pasa por ganar cinco de los siete partidos que restan según los cálculos del propio Valverde. No será una empresa sencilla, como tampoco lo será ganar al Barcelona la final del Nou Camp.

La marea rojiblanca se desplazará en masa a la capital catalana, la lista de agravios previa se dilucidará en 90 minutos. La ilusión ira en aumento según pasen los días para una cita en la que el Athletic tiene todo por ganar. El objetivo indiscutible es proclamarse campeones, la calidad del rival y el escenario expedirán el viaje a la gloria eterna, la que perdura en la memoria colectiva de las y los aficionados.

 

Beñat Zarrabeitia