Beñat Zarrabeitia

Nadie como Nadia

 

Con el inicio de las Olimpiadas de Londres, en Marakana Txikia queremos realizar un pequeño homenaje a algunas de las figuras que más han brillado a lo largo de la historia de los Juegos. Una de esas estrellas es Nadia Comaneci, la muchacha que asombró al mundo en la cita de Montreal. Era 1976 y con apenas 14 años, una adolescente rumana de mirada despierta se convirtió en leyenda. Su hazaña no ha vuelto a ser repetida y se antoja imposible de emular. Tanto, que actualmente es imposible que ningún participante en gimnasia alcance la puntuación de «10». Nadie será como Nadia.

 

 

Ya había avisado en 1975, cuando la agencia AP le eligió comola mejor atleta femenina del año, pero en Montreal desbordó todas las expectativas. Los vídeomarcadores de los Juegos no estaban preparados para que nadie obtuviese un 10, por eso cuando Nadia completó su exhibición el luminoso marco un resultado de 1.00. Tras unos breves instantes de confusión, el «perfect ten» de la comentarista y la ovación del público dejaron claro que se acababa de vivir algo único, mágico e irrepetible. Ganó el Oro en el concurso general, en barras asimétricas y en barra de equilibro, la Plata por equipos y el Bronce suelo. Fue precisamente su actuación en barras asimétricas lo que cambió para siempre la historia y técnica de la gimnasia.

 



«La gente me pregunta cuál es la definición de perfección, pero yo digo que no la hay. Cuando tenía 14 años hice algo que la gente no esperaba». No obstante, La revista Time le dedicó una elocuente portada diciendo que «she's perfect" -«ella es perfecta» y Sports Illustrated destacó que «she stole the show» -«ella robó el espectáculo»- debido a lo impactante de su actuación en unos Juegos que carecieron de brillo y en los que destacaron los problemas de financiación que padeció la organización.

La perfección de su irrepetible, mítico y legendario concurso salvaron los Juegos ante el gran público y asociaron para siempre el nombre de Nadia Comaneci, la gimnasia y Montreal. La perfección convertida en ejercicio.

 

 

 

Han pasado más de tres décadas, Comaneci tuvo tiempo de volver a ganar medallas en los Juegos de Moscú, Mundiales y campeonatos antes de huir de Rumanía pocoantes de los sucesos que desembocaron en el final del régimen de Ceaucescu. Desde que sus entrenadores desertaron en una gira por EEUU -en once exhibiciones la gimnasta se embolsó 1000 dólares, el gobierno rumano 250000- fue sometida a un control espionaje absoluto.

Hoy, trabaja para la Federación rumana de gimnasia y ha escrito un libro en el que aconseja a las y los jóvenes que optan por dedicarse a este deporte.

 

 

El recuerdo de su actuación perdura en toda una generación y lo asombroso de sus ejercicios cuentan con millones de visitas en Youtube. Para concluir una curiosidad, los guionistas de la serie Lost pusieron el nombre de «Nadia» a la gata del maligno personaje Mikhail, el que en llevaba un parche en el ojo, en su honor.