TERESA MOLERES
SORBURUA

Modernos tejidos de lino

E l uso del lino tiene su importancia a lo largo de la historia. En tumbas del antiguo Egipto se ha encontrado una gacela, mascota de una reina, amortajada por vendajes de lino con ribetes azules; también se han descubierto gatos amortajados con tiras de lino formando rombos, franjas y cuadrados o un ibis que parece un fardo de lino. Estos animales fueron momificados para que sus difuntos dueños tuvieran compañía en su último viaje. También se han hallado vituallas para alimentarse en el camino hacia el más allá del estilo de trozos de carne de buey, patos y pichones salados con natrón y puestos a secar para terminar envueltos en lino.

Además de la utilización de los tejidos de lino como vestimenta, durante siglos, el cultivo de esta planta herbácea fue muy importante para la fabricación de las velas de los navíos que cruzaban los mares. Los griegos las teñían de azul y los poderosos de púrpura. Siglos después, el plástico sustituyó al lino. El cultivo de Linum usitatissimum requiere poca agua y nada de abono. Es una planta rústica que prefiere los climas templados, sin fuertes lluvias ni heladas. Se describe como de «cultivo de fin de invierno en la costa». Sus tallos tienen hasta un metro de altura, de ellos se saca la fibra de lino, con flores grandes y bonitas de cinco pétalos azules o blancas. El lino de flores Linum Rubrum se puede cultivar en el jardín por sus masas de flores escarlata satinadas.

En la actualidad, los tejidos de este material tienen un auge importante por sus condiciones como regulador térmico; las sábanas, por ejemplo, dejan respirar en verano y son aislantes en invierno. Se aprecia también por sus virtudes como bactericida y fungicida; es más fuerte que el algodón y tiene una alta capacidad de absorber el tinte.

El inconveniente de la ropa de lino es su aspecto arrugado. Sin embargo, los linos fabricados hoy en día sufren un proceso que les hace más suaves gracias a varios lavados a altas temperaturas. Con temperaturas de 60º e incluso hasta 90º, se consigue que los acabados no se deformen ni les salgan bolas, sin disminuir su resistencia. Teñidos en tonos pastel y colores vivos han invadido la industria textil para la fabricación de vestidos y ropa de casa sin dejar de ser discretos. Además, no necesitan plancha.