TERESA MOLERES
SORBURUA

Perfumes y colores cálidos

Para combatir los grises invernales, nada mejor que optar por arbustos de colores fuertes o con flores fragantes. Son variedades que permiten mantener el jardín atrayente todo el año. En algunos casos compensan la discreción de sus flores con su perfume, como los arbustos rústicos que soportan temperaturas bajas. Aunque pierdan la floración con el hielo se recobrarán al subir la temperatura.

A la hora de elegir, escogemos variedades de follaje persistente que ofrecen tonalidades diferentes según la temperatura y la época del año. La Skimmia, de hojas verdes bordeadas de blanco que se iluminan con el frío, es especialmente atractiva en invierno. La Choisya –de hojas amarillas, más o menos verdes en verano, en invierno adquiere tonos dorados muy luminosos– es interesante además porque se presta al corte en topiario para mejorar su forma. Leucothoe, un follaje que adquiere tonos rojos vinosos a medida que se intensifica el frío, en verano reverdece manteniendo reflejos rojizos.

Estos arbustos son pequeños, se pueden cultivar en plena tierra y también en tiesto o jardinera. La plantación no da problemas en un suelo ligero con las raíces bien desenredadas. Hay que colocar el cepellón en agua algunos minutos para que el sustrato se humedezca, mantenga su reserva de agua y las raíces se instalen fácilmente en el suelo. En el balcón se debe protegerlos con una tela invernal para resistir los vientos helados.

Si pretendemos mantener un jardín atrayente en invierno, además de los arbustos escogidos por los colores de su follaje, podemos optar por una floración invernal perfumada. Mahonia Japonica, con flores en largas espigas amarillas en los extremos de sus ramas, tiene un perfume discreto parecido al muguet. Sarcococca, de florecitas pequeñas blancas sin importancia, desprende un exquisito perfume parecido a la vainilla. A Mahonia y Sarcococca les gusta resguardarse a la sombra, sobre todo bajo los árboles caducos bien protegidos de las situaciones muy soleadas. Los dos admiten la poda.

El Chimonanthe es un arbusto caduco, más fuerte que los anteriores. Sus flores como campanitas en racimos tienen un fuerte olor a jacinto capaz de perfumar el jardín de invierno. Como dice el proverbio chino: “Quien respira el perfume del Chimonanthe, lo recordará siempre.”