GOTZON URIBE
MUSICA

Joel Ross

El 2019 está siendo realmente dulce para Joel Ross, un año durante el cual ha publicado “KingMaker”, su disco de debut con el sello Blue Note. Con su llegada, agrega su nombre al ilustre legado de vibrafonistas de jazz del legendario sello discográfico que va desde Milt Jackson hasta Bobby Hutcherson pasando por Stefon Harris. Ya en 2018 empezó a aparecer en diferentes lugares: el músico de Chicago había participado en los discos de Makaya McCraven (“Universal Beings”), en otro de Walter Smith III & Matthew Stevens (“In Common”) y en el de James Francies (“Flight”).

“KingMaker” aúna un claro poder en la técnica instrumental con cierta energía juvenil y una vigorosa emoción. Para este trabajo, Ross contrató al bajista Harish Raghavan como productor y reunió a su banda Good Vibes, integrada por Immanuel Wilkins al saxofón alto, Jeremy Corren al piano, Benjamin Tiberio al bajo y Jeremy Dutton a la batería, además del vocalista invitado Gretchen Parlato. Así, Ross cuenta con una gran variedad de registros en los que sus referencias quedan a la vista: esa extraña interacción entre Miles y Wayne, el toque refrescante de Bags, la agudeza armónica de Harris, el calor rítmico de Steve Coleman o la versatilidad de Ambrose Akinmusire.

Su mayor inspiración es la del vibrafonista Bobby Hutcherson, a quien tuvo ocasión de conocer mientras estudiaba en Los Ángeles. Once de las doce canciones de “KingMaker” fueron compuestas por Ross, y desde la foto de portada hasta la música, el álbum en su conjunto es el resultado de su crecimiento y formación como músico. La familia es la pieza central y el tema que da título al disco está dedicado a su madre.

Ross es originario de Chicago, donde creció tocando con su hermano gemelo, baterista, y con estrellas de la escena local como el trompetista Marquis Hill y Makaya McCraven. También formó parte de diferentes bandas de jazz de la ciudad para unirse más tarde al prestigioso Dave Brubeck Institute en California. Posee una habilidad e imaginación ilimitadas, y es el tipo de artista que puede hacer avanzar la música desde el interior, combinando tradición con innovación en un esfuerzo por llegar a un lugar nuevo pero familiar.

Aunque a veces son complejas, cada una de las melodías emana de la tradición del jazz posterior al bebop; son líricas, intensas, propulsivas y, aunque están teñidas con elementos de la música contemporánea, parecen más vinculadas a la tradición del jazz que a cualquier otro estilo. Podrían ser comparadas con composiciones de Cedar Walton o Keith Jarrett, de Joshua Redman o Brad Mehldau, pero Ross es capaz de llevar sus piezas un poco más allá.

CD AIPAGARRIA

 

Josephine Wiggs

“We Falls” • The Sound Of Sinners, 2019 • Pop-rock

Josephine Wiggs –bajista en The Breeders e icono del rock alternativo en los 90– lleva publicados varios álbumes en solitario que desafían el género del rock.

Su nuevo disco resulta una vía de escape; melódica, a la vez de contemporánea y nostálgica. Algunas influencias son claras: recuerda al experimentalismo del “Another Green World” de Brian Eno así como al delicado y lánguido minimalismo de Harold Budd. Las inflexiones clásicas del disco, afiladas por un diálogo con elementos electrónicos, evocan a Alva Noto y Ryuichi Sakamoto. Este es un trabajo de yuxtaposiciones: minimalista en algunos momentos, cargado de capas en otros y algo melancólico. Fiel a la forma clásica, las diez pistas casi totalmente instrumentales forman un conjunto convincente: una meditación sobre caminos no tomados y palabras no pronunciadas, una elegía por los momentos perdidos.