BERTA GARCIA
CONSUMO

Hipotecas IRPH

Miles de personas contrataron en su momento hipotecas referenciadas al índice IRPH con escasa información para elegir bien, y, como los errores se pagan, los beneficios fueron para la banca y las cajas de ahorros. Pero dejemos de lamentarnos porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha vuelto a rescatarnos de los abusos hipotecarios, una muy buena noticia para las personas afectadas, sin duda, pero no tan buena para los prestadores que van a enfrentarse a la reparación del daño.

Ahora le toca mover ficha a los reclamantes, alejando el miedo a los tribunales de justicia del Estado español, porque a buen seguro que entre todos ellos habrá un sentido de la justicia diferente a su Tribunal Supremo. Y sí, es cierto que acumulamos malas experiencias por sus sentencias a favor de la banca, como en las cláusulas suelo, los gastos hipotecarios y el caso del IRPH, al que dio carpetazo en 2017. Pero conviene recordar que el TJUE abrió las puertas a las reclamaciones y que, aún de forma lenta, van resolviéndose a favor de los hipotecados.

En este caso, las personas que se sientan perjudicadas por el IRPH pueden reclamar judicialmente por la falta de transparencia y las deficiencias en la comercialización (el TJUE dixit), ya que los prestadores les llevaron a contratar una hipoteca más cara que la que usaba como referencia el Euribor. Y es que, de haber optado por una referenciada al Euribor, por ejemplo, a esas personas les hubiera supuesto un ahorro anual importante.

Pasos a seguir. En primer lugar, reclamar por escrito ante la entidad bancaria que tiene dos meses para responder. En segundo lugar, en caso de que la entidad bancaria no conteste o conteste negativamente a nuestra solicitud o que los cálculos realizados por ella no nos satisfagan, deberemos acudir a los tribunales. Si es esta la decisión, prestemos atención a los honorarios que deberemos pagar a nuestro defensor, sea un letrado particular o una asociación de consumidores. En fin, trastornos para la parte más débil en los contratos.