GOTZON URIBE
MUSICA

Tamikrest

Tamikrest regresan con “Tamotaït”, su álbum más poderoso desde el aclamado “Chatma” de 2013. En su nuevo trabajo encontramos a un grupo en estado de gracia, donde agudizan sus reflexiones sobre la situación actual del Sahara y el mundo en general. En esta ocasión, han contado con la colaboración del aclamado cantante marroquí Hindi Zahra y de músicos japoneses.

Tamikrest, en idioma tamashek, significa unión, conexión. Los miembros del grupo provienen de diferentes lugares interconectados como Mali, Níger, Argelia y el Estado francés. Queriendo asumir plenamente su identidad tuareg, encontraron en la música rebelde ishumar los medios para expresarla: «Un desierto nos acoge y un idioma y una cultura nos unen».

La historia del grupo comienza en Kidal, capital de la octava región de Mali. Pino, Cheikh y Mossa acababan de terminar un taller de guitarra con Juhan Ecaré –guitarrista de Meiway– cuando decidieron formar un grupo con dos viejas guitarras hechas en casa. Aunque su música se arraiga en el ishumar rock y el tuareg blues, toma prestadas diversas influencias internacionales, así como de culturas vecinas.

A través del mensaje de sus canciones, Tamikrest pretenden que la poesía y la cultura de Tamashek sean accesibles a los habitantes de un mundo más grande que «la inmensidad del desierto del Sahara». En “Tamotaït”, el quinto álbum de estudio del grupo, la música es brillante y embriagadora. Con la situación política tan desesperada en las tierras ancestrales saharianas de donde provienen, no podía ser de otra manera que un disco de resistencia. Pero allí también sueñan con un futuro mejor. «La definición del álbum está en su título, Tamotaït significa esperanza para un cambio positivo», explica el cantante, guitarrista y compositor Ousmane Ag Mossa. Este es el álbum más expansivo y aventurero que Tamikrest ha hecho, explorando cada rincón de su sonido. Incluso hay música creada lejos del Sahara, en Japón. De gira por allí, Ag Mossa quedó impresionado por el sonido de sus instrumentos tradicionales. Un cambio como el fin de los combates que han asolado el norte de Malí y la región durante los últimos años. Cambiar para prosperar dentro de su propia patria –Azawad–, una protonación que los nómadas tuareg tuvieron brevemente en 2012.

Su música está formada a partir de pensamientos, sueños, inspiración y experimentación colectiva: «Somos una banda y, cuando tocamos juntos, todos aportan su forma de tocar». Para las composiciones, algunas piezas comienzan desde un riff, otras parten desde una melodía o un ritmo y cada músico agrega después sus ideas. «La intención era mantener un hilo conductor que proviene de la música de Tamashek y llevarla a través de diferentes mundos, ya sea procedentes de nuestras influencias o de los encuentros durante nuestros viajes», dicen. Ese hilo conductor es la pasión. Se percibe desde la primera nota del tema que abre el disco –“Awnafin”–, donde las voces cobran especial importancia, hasta en las melodías flotantes que cierran “Tabsit”.

CD AIPAGARRIA

 

Lee Ranaldo & Raül Refree

“Names of North End Women” • Mute, 2020 • Rock

Ranaldo y Refree trabajaron juntos en el último álbum en solitario de Ranaldo, “Electric Trim” (Mute, 2017). Poco después de que la pareja regresara al estudio para grabar la continuación de aquel disco, se dieron cuenta de que “Names of North End Women” se convertiría en lo que Ranaldo describe como «el comienzo de una nueva asociación». Es un álbum que presenta canciones sin apenas guitarras. Las piezas están compuestas usando la marimba y el vibráfono, aplicando muestras, una grabadora de cinta Studer de dos pulgadas y un aparato de cassette que Ranaldo había usado en directo hace 25 años. Sus abstracciones se materializaron en canciones y así los ritmos más primarios, los sonidos ambientales y samples iban revelando melodías a las cuales agregaron voces. El resultado es un álbum que se acerca al experimentalismo.