A la hora de contratar un curso o actividad formativa en una academia, ya sea presencial o de formación a distancia, se deben de recabar los datos necesarios en previsión de posibles desavenencias y reclamaciones. Están los aspectos básicos, como la identificación de la persona física o jurídica del centro; denominación y duración del curso; precio total del mismo y los diferentes conceptos que lo integran (gastos de material, gastos de envío en la modalidad no presencial, etc.); cualificación del profesorado y formas de pago.

Otra información importante antes de firmar el contrato es constatar que aparece recogido el derecho de desistimiento, es decir, la facultad de dejar sin efecto el contrato dentro del plazo legal sin indicar el motivo ni incurrir en ninguna penalización. Como también que en el mismo no se faculta al centro de enseñanza a la cesión o subrogación del crédito en caso de financiación, salvo consentimiento expreso.

Si la academia ofrece el financiar el curso, es conveniente valorar la necesidad del crédito al consumo, o ver la posibilidad de otros medios de pago diferentes. Si se opta por el crédito, conviene solicitar una oferta vinculante con las condiciones del crédito antes de la firma. La oferta se deberá ofrecer en papel o cualquier otro soporte duradero.

El documento de la oferta vinculante debe incluir, entre otros aspectos, información sobre el tipo de crédito y la identidad, domicilio social de la entidad prestamista y de la entidad intermediaria implicada, en caso de que la haya. Además debe incluir los datos relacionados con el crédito (importe total, duración del contrato, tipo deudor, TAE, importe, número y periodicidad de los pagos a efectuar, etc.); posibles gastos derivados del mismo (mantenimiento de la cuenta, uso de un determinado medio de pago, etc.); servicios accesorios como seguros; tipo de interés de demora y gastos por impago, entre otras cuestiones. Antes de firmar, si surgen dudas, es conveniente consultar con organismos de consumo (Administración y asociaciones de personas consumidoras).