Koldo Landaluze
mujer, Tierra y mitología

«Maskarada Sisters» y otras imágenes que Eva Franco encontró al otro lado del espejo

Si el reverendo Charles Lutwidge Dodgson hubiera contado a las hermanas Edith, Lorina y Alice Liddell las aventuras de la niña Alicia a orillas del Urola, el imaginario encontrado por la pequeña que viajó al País de las Maravillas habría adquirido una fisonomía muy diferente.

El Sombrerero Loco hubiese invitado a su eterno No-Cumpleaños a Anbotoko Mari y al doblar la media noche, el Conejo Blanco se olvidaría de las prisas que dicta su reloj para danzar en torno a la hoguera y en compañía de las brujas, que saben mucho del encanto inverso que se oculta al otro lado de los espejos.

El huevo Humpty Dumpty hubiese puesto a prueba su inestabilidad sentado sobre el muro de Erribera Kalea de Zumaia, observando el infinito desfile de naipes que siempre culmina allí donde la tierra se pierde en el mar, entre las olas de la playa de Itzurun que preservan el sueño de lamias y otras criaturas cuya visión tan solo es posible si quien maneja el lápiz que las dibuja se llama John Tenniell o, como en el caso de Eva Franco, son descubiertas a través de un objetivo que ve más allá de lo que consideramos como real.

Del primero no podemos obtener su testimonio, falleció en 1914. En cambio, de la segunda si sabemos que continúa subvirtiendo lo preestablecido a través de su cámara. Ejemplo de ello es su fotografía “Maskarada Sisters”, ganadora del prestigioso Trofeo Argizaiola 2021.

Mientras se esfuerza en captar con su cámara el ego desmesurado y furioso de la Reina de Corazones y aun a riesgo de perder su cabeza, la artista de Zumaia hace un inciso en su trabajo para recordar a 7K que «‘Maskarada Sisters’ es una fotografía con la que he querido dar visibilidad, en este caso, al trabajo de Lola Altolagirre que me parece una labor artesanal lindante con lo artístico muy tradicional y antiguo. De echo, solo ella trabaja con la hoja de maíz. Mi intención era sacar ese trabajo artesanal de Lola del hábitat al que normalmente se le asocia. No quería una imagen con un baserri de fondo, en un mercado... quería jugar y subvertir un poco esos estereotipos mediante lo atemporal».

Fascinada con las posibilidades que ofrece el universo de Lewis Carroll, Eva Franco afronta el reto que supone jugar con el mestizaje de sumar a todo aquello que Alicia encontró cuando descendió por la madriguera o tras atravesar el espejo, con la riqueza que atesora la mitología vasca.

Todo ello visto a través de un objetivo juguetón que tiende a embrollar un poco más este abracadabrante mestizaje sumando elementos anacrónicos y que asociamos a otro tipo de sueños. De esta manera, “Maskarada Sisters” se integra, como una pieza de ajedrez, en un proyecto, que la fotógrafa zumaiarra ha descrito como «ambicioso y muy personal y que gira en torno a la mujer, nuestra tierra, cultura, tradición y sobre todo, nuestra mitología. Es una colección titulada “Maskarada” que a mí me gusta pronunciar como “Mas Kara Da” en alusión a esa sensación de liberación y reafirmación que sentimos en cuanto nos ponemos una máscara».

A la espera de lo que Eva Franco captará en cuanto retorne del otro lado del espejo, tendremos la posibilidad de disfrutar con su “Maskarada Sisters” cuando la Federación Vasca de Agrupaciones Fotográficas entregue oficialmente a su autora el Trofeo Argizaiola 2021 el próximo 4 de octubre –en la exposición que se celebrará en Juntas Generales de Bizkaia– y la fotografía galardonada luzca en una de las estaciones del metro de Bilbo; una madriguera artificial y surcada por raíles que, por un tiempo, invitará a la multitud de conejos blancos frenéticos que la recorren a dejar de mirar sus relojes y hacer un alto para observar a las “Sisters” que vigilan nuestras prisas y los sueños que siempre anidamos pero que tendemos a olvidar.