Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS
Periodista

Los círculos

Frente a un capitalismo que trata de alejar su final con toda suerte de deshonestidades y crímenes contra la humanidad, creo en la limpia voluntad revolucionaria de hombres como Juan Carlos Monedero. Si no fuera por mi proximidad a la muerte, que convierte mi futuro en un presente serenamente agónico, supongo que tendríamos que discutir muchas cosas sobre el hecho revolucionario, una vez convertida en realidad la esperanza. Discutir con la ventana abierta que da a la calle al fin recuperada. Discutir en el círculo y con los círculos. Cada esquina es una tribuna. Por eso, ahora, rebus sic estantibus, señor profesor, estoy con usted, acompañándole en su clamor por alzar una democracia repleta de pueblo, ya que la democracia es eso, solo eso, nada más que eso. Antes de que el gallo cante hay que pregonar la justicia tres veces. Me duele que no haya aún suficiente pueblo entregado al empeño de su propia liberación. La gangrena es profunda y extensa. Adormece al gangrenado. Frente a ella hay que proceder a un lenguaje quirúrgico, de decisión y palabras seminales. Espero que Monedero no se amargue en el silencio. Hay que seguir mostrando el espejo que refleja a los hambrientos, a los explotados, a los que han sido violados en su dignidad. El pago no es más, ya lo sé, que la consolación de la propia alma. Pero es nuestra moneda ¡Ay, si pudiese andar!