Iñaki O’Shea y Tasio Erkizia
Compañeros y amigos de Periko Solabarria
KOLABORAZIOA

Eskerrik asko, Periko

Periko Solabarria se nos ha ido, pero es seguro que permanecerá vivo en la memoria de miles de vascos de Ezkerraldea y de toda Euskal Herria. Ha sido un hombre que ha dado toda su vida en pro de una sociedad más justa y solidaria y por lo tanto su semilla germinará en las nuevas generaciones de hombres y mujeres que sueñan y luchan por la sociedad socialista e igualitaria que ha sembrado. Gora Periko!

Eskerrik asko, en primer lugar, porque has sido la imagen viva de la denuncia ante toda injusticia. Tu exquisita sensibilidad, Periko, te ha llevado a mostrar tu apoyo a toda protesta contra el sistema establecido. Para ti, la raya divisoria era sencilla y clara, la sociedad esta dividida entre oprimidos y opresores y sistemáticamente te situabas con los primeros para combatir todas las formas de opresión.

Naciste en una familia minera explotada por la avaricia sin límites de los patronos. Conociste el duro tajo de las minas porque comenzaste a trabajar en ellas. Toda tu vida, hasta la jubilación, has trabajado en la construcción. Has mamado la explotación, pero nunca te rendiste a ella. Has vivido entre oprimidos, siendo uno más de la clase trabajadora, pero siempre has trabajado por la liberación y libertad del conjunto de la sociedad. Liberación del analfabetismo de los hijos de mineros a los que ayudaste en la escuela que tú denominabas «universidad de triano», ubicada en el corazón de la zona minera; condiciones de vida dignas o cotas de libertad para los trabajadores de la construccion con quienes tantas huelgas y batallas libraste; liberación de toda forma de desigualdad de las mujeres; libertad para la juventud vasca tan perseguida por ejercer algo básico, sano y natural para un joven como el rebelarse ante las injusticias de la sociedad.

Eskerrik asko, Periko, por que tu lucha ha sido diaria y permanente, no se limitaba a determinados días ni horas, tu presencia ha sido habitual y constante hasta tu último suspiro. Siguiendo los versos de Bertolt Brecht, tú, Periko, eres de esos hombres y mujeres que resultan imprescindibles en la construcción de la nueva sociedad vasca. Daba igual que hiciera frío o calor, que fuera por la mañana o por la tarde, que hiciera sol o lloviera, donde hubiera una protesta, una manifestación o una concentración, Periko quería estar allí porque quería aportar su granito de arena.

Tus análisis eran tan simples como certeros: «la burguesía nos quiere a todos en silencio y en casa. El único camino para la libertad de los oprimidos es la lucha», nos decías en la última entrevista que te hicieron en “Berria”. Y estabas preocupado, como lo estamos nosotros y nosotras y todos los revolucionarios y revolucionarias de estas tierras, por la pasividad e individualismo que va in crescendo también entre los sectores más combativos de nuestro propio entorno. Pero al mismo tiempo tenías toda la esperanza puesta en esa juventud que se reúne en Ernai a la que tú tanto admirabas y querías.

Y, sobre todo, toda tu vida ha sido ejemplo de solidaridad y coherencia. No seríamos justos si nos limitáramos a subrayar estas u otras facetas de tu vida, porque tu aportación fundamental ha sido tu modo de vivir, tu vida en su conjunto ha sido ejemplo. Cuando te conocimos, a finales del 66, vivías en la bajera de una casita en Santa Teresa, durmiendo en el suelo porque regalabas, según nos decías, a otros que tenían más necesidad, la cama e incluso el colchón. Nunca has tenido nada porque siempre había otras personas con más necesidad. Tu generosidad era tan extremadamente natural que eras la solidaridad personificada.

Te hemos elegido Diputado en Cortes españolas, Juntero para Bizkaia, concejal de Barakaldo por Herri Batasuna, pero siempre has conjugado estos puestos públicos con el trabajo en la construcción y la defensa de los trabajadores en juicios laborales, y tu persona es mucho más amplia que cualquier sigla sindical y política. Tu ejemplo te convierte en líder indiscutible en la lucha por un cambio social y político radical.

Recibe el abrazo solidario de tus amigos y amigas. Agur eta ohore, gudari!