La falta de avances en las negociaciones de Grecia y sus socios europeos provocaron una nueva caída, ya que los inversores ansiaban una respuesta más conciliadora y rápida por parte del gobierno heleno tras salir reforzado del referéndum. Todo sigue en el alero, y las bolsas quedaron ayer a la espera de alguna novedad positiva en el intercambio de opiniones entre las partes.

De momento, se filtró que Grecia pondrá sobre la mesa el aumento selectivo del IVA, pero pedirá a cambio la reestructuración de la deuda y más ayuda por parte del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Todos los mandatarios europeos coincideron en decir que el tiempo se acaba y que Atenas debe mover ficha para responder a los acreedores con un plan «creíble».

La incertidumbre de la sesión empujó al Ibex hasta los 10.346 puntos, tras descontar un 1,84%. Su balance anual es aún positivo, pero se ha recortado al 0,65%. En Europa tampoco hubo excepciones, y todos los índices volvieron a perder posiciones. París bajó un 2,27%, Fráncfort, un 1,96%, y Londres, un 1,58%. En el Ibex, el sector bancario sigue sufriendo por la crisis griega. Todas las entidades, excepto Bankinter (-1,90%) y Caixabank (-1,72%), retrocedieron por encima del 2%. Las caídas alcanzaron también a Repsol (-2,03%), Telefónica (-1,96%), Inditex (-1,71%) e Iberdrola (-1,16%). Sin embargo, lo hicieron todavía peor ArcelorMittal (-5,97%), Técnicas Reunidas (-5,94%) y Acerinox (-4,61%). Los tres únicos ganadores fueron OHL (+0,95%), IAG (+0,28%) e Indra (+0,12%). Esta última compañía anunció ayer el despido del 10% de la plantilla.

En el CAC, Technip (-8,27%), ArcelorMittal (-6,41%) y Peugeot (-4,68%) se llevaron los mayores varapalos. Ningún valor acabó en verde.