R.S.
IRUÑEA
ANTE LAS ELECCIONES ESTATALES

Araiz plantea una lista conjunta que defienda el cambio en Nafarroa

El debate sobre el mejor modo de concurrir a las elecciones estatales sigue avanzando. EH Bildu, que ya expresó su conformidad con la propuesta de personalidades vascas para candidaturas unitarias, sugiere en Nafarroa una opción conjunta que «defienda el cambio». La derecha derrotada en mayo también empieza a plantear sinergias.

La opción de nuevas sumas de fuerzas en clave de izquierda y soberanista continúa generando propuestas. Tras el debate abierto por el documento de decenas de personalidades vascas que lo reivindican para dar «un giro radical» a la actual situación, el portavoz de EH Bildu en el Parlamento navarro, Adolfo Araiz, planteó ayer en una línea similar la opción de una opción electoral conjunta que «defienda el cambio en Nafarroa» iniciado en mayo con el vuelco en el Parlamento, el Gobierno navarro y los principales ayuntamientos del herrialde.

Expuso esta opción en una entrevista en los micrófonos de Onda Vasca, al ser preguntado por la propuesta más restringida lanzada en Nafarroa desde Batzarre, que Araiz no ve válida al basarse en parámetros de «exclusión» hacia EH Bildu.

Añadió que se trata de una posibilidad que ha comenzado a sopesarse, pero que no habrá noticias a corto plazo porque agosto no es el mes más idóneo para avanzar. También a setiembre se ha emplazado para conocer la viabilidad o no de la propuesta lanzada el 22 de julio por personalidades del ámbito universitario y el activismo social, que invitaron a fuerzas como EH Bildu, Ezker Anitza, Podemos, Equo o Irabazi a una lista unitaria junto a la sociedad civil, a fin de avanzar tanto en un cambio social radical en Euskal Herria como en un proceso democrático en el Estado español y en la consolidación del proceso de paz y normalización política. Ya en esa comparecencia citaron lo ocurrido en Nafarroa e Iruñea como una referencia clara del valor de la suma, aunque en este caso tuviera un carácter postelectoral, mediante los acuerdos a cuatro bandas de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E.

Apuntalar la unidad

Una candidatura conjunta de este tipo tendría la evidente virtualidad de apuntalar esos acuerdos de cambio en Nafarroa, que han dado pie a una auténtica revolución institucional mandando a la oposición a los partidos del régimen de estas últimas cuatro décadas.

De hecho, a la hora de imaginar cómo retomar el poder UPN parece poner todos los huevos en una misma cesta: la hipótesis de que esos acuerdos salten por los aires por diferencias internas. Javier Esparza, cabeza de lista en los comicios de mayo, aseguró ayer en una entrevista a Europa Press que en el nuevo Gobierno navarro «se están mirando unos a otros, van a estar dudando y desconfiando», y auguró que esa supuesta tensión puede provocar que «EH Bildu salte del Ejecutivo en un año» o bien que sea la presidenta, Uxue Barkos (Geroa Bai), quien «cambie» la fórmula y recurra al apoyo del PSN.

Intentando sembrar cizaña entre los cuatro partidos del acuerdo, Esparza afirmó que «Adolfo Araiz es el presidente e la sombra y Bildu tiene bien atado el Gobierno, pero se puede encontrar con una sorpresa. Y el señor Araiz, que es listo, lógicamente está ojo avizor».

Entre los elementos que cree que pueden tensar la relación citó el TAV, porque cree que Geroa Bai es favorable al proyecto pero «sus socios no le van a permitir licencias de este tipo». Y trató de meter una cuña en la cuestión: «Si en un momento determinado tenemos que estar en proyectos que consideramos estratégicos, lo estaremos. Lo haremos por los intereses de los navarros, no por el Gobierno ni por el PNV», apuntó Esparza.

Tres ideas

Cuando faltan algo más de tres meses para los comicios estatales, salvo adelanto, sobre el arco izquierdo y soberanista del panorama político navarro aparecen por tanto tres opciones, dos de ellas equiparables: la de las personalidades vascas que plantean estas candidaturas a la izquierda del PNV y PSN; la esbozada por Araiz para una opción electoral conjunta que lleve aparejado además un objetivo de defensa del cambio; y la formulada desde Batzarre, con tintes diferentes.

Esta última se limita a la «izquierda no nacionalista» y deja fuera por tanto, además de a Geroa Bai, a EH Bildu.«Nos separan dos elementos importantísimos: la valoración y el análisis sobre la historia dramática de ETA y la práctica y los valores en torno a la pluralidad y la convivencia», indicó Ioseba Eceolaza.

Opción de cambiar un resultado siempre muy adverso en Madrid

Una unidad de acción en parámetros soberanistas y de izquierdas sería una opción claramente ganadora en la circunscripción navarra. Si se extrapolan los resultados de mayo, parece muy probable que consiguiera tres de los cinco escaños en juego, un resultado histórico dado que las fuerzas del hasta ahora denominado régimen navarro han tenido en las estatales su campo de juego más cómodo, obteniendo a menudo los cinco diputados, otras veces cuatro y solo en 2011 tres (dos UPN-PP y uno el PSOE frente al de Geroa Bai y el de Amaiur).

Con diferentes marcas, pero la hegemonía de este bloque ha sido total desde 1977, cuando tres escaños fueron para UCD y dos para el PSOE. En 1979 UPN apareció «rascando» uno al PSOE. En 1982 fueron tres para el PSOE y dos para UPN-AP-PDP. HB se coló en este búnker logrando un escaño en 1986 (Iñaki Aldekoa), igual que haría IU diez años después (Felix Taberna).

En 2000, hace apenas tres lustros, el resultado volvía a ser de 5-0 para el régimen, con tres escaños de UPN-PP y dos del PSOE. Nafarroa Bai se estrenó en 2004 con un escaño que ha mantenido desde entonces y en 2011 se le sumó Amaiur, en lo que ya parecía un resultado histórico, pero ahora superable.IR.S.

Esparza plantea que los afiliados decidan la coalición con el PP, en un ambiente enrarecido

Las relaciones entre UPN y PP han sido ciertamente complejas desde que en otoño de 2008 Miguel Sanz decidiera romper el acuerdo de fusión de 1991. En cualquier caso, a las estatales siempre han concurrido juntos, con mayor o menor presencia de cada uno de los partidos según las circunstancias del momento. Las elecciones de 2008, que llevaron a La Moncloa a Mariano Rajoy, se habían producido antes de aquella crisis, y en las de 2011 hubo buena sintonía después de que Yolanda Barcina relevara a Sanz al frente de UPN y se reconciliara algo con el PP.

¿Qué pasará en otoño? El cabeza de lista en las pasadas forales, Javier Esparza, abrió el debate ayer planteando en Europa Press que lo decida la militancia, «de la forma más amplia posible», ya que entiende que «es una decisión estratégica que hay que pensar bien, porque puede marcar el futuro de UPN». Este está pendiente de un congreso extraordinario que no tendrá fecha hasta el mes de setiembre, por lo que parece que la decisión sobre las elecciones estatales tendrá que tomarse seguramente antes o bien en el marco de ese congreso si se hiciera con rapidez.

De momento, Esparza no concreta cuál es su posición sobre la relación con el PP, argumentando que no quiere «condicionar a las bases», y tampoco aclara si piensa aspirar a la Secretaría General de UPN, que Barcina dejará.

Tanto la historia como lo ocurrido en mayo apuntan a que lo más posible es que UPN y PP terminen concurriendo juntos. Sin embargo, resulta notorio que no hay sintonía entre las actuales direcciones, más aún después de que ambas decidieran concurrir por separado el pasado mes de mayo con resultados nefastos para sus intereses, ya que además se sumó la irrupción de Ciudadanos con 10.000 votos que se quedaron sin representación parlamentaria.

Como botón de muestra, nada más conocer ayer estas declaraciones de Esparza el presidente de la actual Gestora del PPN, Pablo Zalba, y el vicesecretario de Política Sectorial del PP y exalcalde de Gasteiz, Javier Maroto, pasaron factura a UPN, afirmando que a día de hoy «no conocemos interlocutor» en el partido que aún dirige Barcina.

Ello desencadenó una abrupta respuesta de UPN, que de paso sonó a desautorización de Esparza. Obviando que Zalba solo había respondido a la entrevista, UPN trasladó al PP que «este partido tiene establecidos sus órganos de dirección, elegidos de forma democrática por sus afiliados, y son estos a los que debería dirigirse el PP a la hora de realizar planteamientos sobre coaliciones electorales».

UPN añadió que la posibilidad de pactos «no se ha puesto encima de la mesa por parte de los órganos de dirección, puesto que no estamos pensando en las elecciones sino en cuestiones que preocupan más a los ciudadanos navarros». Haciendo gala de su mayor peso electoral, reivindicó que «el voto útil en Navarra siempre ha sido UPN, porque es el único partido que toma sus decisiones en Navarra». Y cargó contra Zalba: «Sorprende que quien habla despectivamente de la situación interna de un partido sea presidente de una gestora».R.S.