Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
POLÍTICA PENITENCIARIA

Urkullu aduce que se distorsionó lo dicho en Madrid sobre la dispersión

El lehendakari adujo ayer en el Parlamento que se había hecho una lectura maliciosa de una frase sobre la utilidad de la dispersión que dijo la semana pasada en un foro en Madrid. Iñigo Urkullu no aclaró cuáles habían sido exactamente sus palabras, pero señaló que los planes de su Gobierno proponen traer a los presos a las cárceles vascas.

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El miércoles de la semana pasada el lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, protagonizó una charla en Madrid en la que habló de diversas cosas, entre ellas de la dispersión de los presos vascos. Según transmitió textualmente la agencia Europa Press, apuntó que «‘la dispersión fue una medida que, junto con otras’, ha hecho posible también que, ‘con el paso del tiempo’, ETA decretase el final definitivo. Pero, al mismo tiempo, ha aclarado que no es lo mismo dispersión que alejamiento y que esto último fue un ‘error’. En este punto ha recordado que el PNV viene defendiendo desde 1997 que los presos no estén más lejos de 400 ó 500 kilómetros de su lugar de origen».

“El Mundo”, diario organizador del acto, recogía al día siguiente en su crónica que el lehendakari había dicho que «la dispersión probablemente ha contribuido al cese definitivo de la violencia por parte de ETA; el alejamiento no, porque ha servido a la utilización». «Está siendo un error», insistió.

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga señaló ayer en la Cámara que la visión del lehendakari sobre la dispersión resulta «utilitarista», «como la que hace el PP», y que el propio Parlamento había denunciado la conculcación de derechos humanos de los presos y familiares que supone la dispersión. Por ello le pidió explicaciones.

Frase retorcida

Iñigo Urkullu le respondió que para conocer su posición «no hace falta ir a Madrid y distorsionar, retorcer y hacer una lectura maliciosa de una frase dicha allí. Y no lo digo por usted. Ha mencionado unos medios de comunicación y yo mismo lo he sentido así en cómo se ha reflejado en algunos medios».

Pero Iñigo Urkullu no explicó qué es lo que había dicho en Madrid y qué se había malinterpretado. Lo que afirmó es que para conocer la posición de su Gobierno basta leer los planes sobre esta materia en los que defiende el acercamiento de los presos a las cárceles vascas.

Insistió en diferenciar entre dispersión y alejamiento, con el ejemplo de que si todos los presos fueran agrupados en Canarias la situación de sus familiares empeoraría. En cuanto a la referencia de los 400 ó 500 kilómetros, apuntó que respondía a un plan del Parlamento de 1997, cuando había más presos y la capacidad de las cárceles vascas era menor que la actual. En realidad, aquel plan recogía 14 cárceles situadas en un radio de 300 kilómetros de la CAV para todo tipo de presos vascos.

 

Etxerat considera «injustificable» la reflexión

Etxerat considera «grave e injustificable» que el lehendakari pudiera haber deslizado en unas declaraciones efectuadas en Madrid que veía aspectos positivos en la política de dispersión. Urtzi Errazkin preguntó a Iñigo Urkullu «qué quieren justificar con ellas, o que responsabilidades quieren tapar», rememorando la reunión mantenida hace aproximadamente un año en que el jeltzale les dijo que «iba a trabajar profundamente en contra de la dispersión y reconocer el sufrimiento».

El portavoz de la asociación de familiares de presos incidió en la disociación realizada por Urkullu entre dispersión y alejamiento, aclarando que para ellos «el alejamiento no es que estén a 1.000 kilómetros, porque a 300 también lo es». Recordó que, precisamente, la mayoría de las personas que han fallecido en los viajes –16 en total– «lo han hecho cuando estaban a menos de 300 kilómetros de sus hogares».

La respuesta se produjo en una rueda de prensa en la que denunciaron que el veto a Jone Artola para ser la txupinera de Aste Nagusia en 2013, ahora ratificado por un juzgado de Bilbo, se enmarca en una «estrategia de criminalización». «Creemos que lo que busca es socavar los cimientos de la convivencia y la paz de este país por los que Etxerat, al igual que otros organismos, trabaja», añadió Patricia Belez. Artola afirmó que se trata de una «persecución ideológica, porque en el auto también se habla de que según que ideas no son legítimas para ciertas personas».Agustín GOIKOETXEA