Iraia OIARZABAL

ROMPER EL CANDADO QUE LA CONSTITUCIÓN QUISO PERPETUAR

CONSTITUCIÓN VS. VOLUNTAD POPULAR. SOBRE ESTA IDEA REFLEXIONARON AYER EN AZPEITIA ARNALDO OTEGI, DAVID FERNÁNDEZ, FRANCESC MATAS Y CARMEN DA SILVA. COINCIDIERON EN QUE EL DILEMA, 39 AñOS DESPUÉS, ES EL MISMO: ABRIR EL CANDADO QUE EL ESTADO ESPAñOL QUIERE MANTENER CERRADO.

Euskal Herria, Catalunya y Galiza. Tres naciones sin estado «atrapadas» en el Estado español estuvieron representadas ayer en Azpeitia. Arnaldo Otegi (EH Bildu), David Fernández (CUP), Francesc Matas (Esquerres per la República Catalana) y Carmen da Silva (BNG) pusieron las luces largas para mirar más allá del ciclo abierto en Catalunya pues entienden que ese pulso con el Estado español se extiende a otros territorios y responde precisamente a ese «régimen» que la Constitución del 78 quiso perpetuar.

Otegi comenzó destacando que en el 78 la apuesta por la ruptura fue muy clara en Euskal Herria y recordó que los hechos demuestran que cuatro décadas después «siguen los mismos problemas, porque son problemas estructurales». En un breve diagnóstico destacó tres puntos. El primero, que la crisis económica ha puesto muchas cosas en cuestión y se han reforzado movimientos a través de los cuales comienza a hablarse de un proceso constituyente. A su vez, Catalunya plantea un reto en cuanto a que pone en cuestión la unidad de España. A ello sumó que el fin de la lucha armada en Euskal Herria supone la desaparición de un enemigo para el Estado español. «El Estado quiere salvar el régimen y para ello ha recuperado algunas de sus ‘armas’, como el 155, el chantaje económico y la creación de un nuevo enemigo interno en el independentismo», afirmó.

En la misma línea se pronunciaron Fernández, Matas y Da Silva. El exdiputado de la CUP lo reflejó claramente al afirmar que el conflicto hoy en Catalunya es ese, Constitución vs. voluntad popular. «El dilema es el mismo ahora, abrir por abajo lo que quieren cerrar por arriba».

Matas añadió la importancia del momento actual para abordar una sincera reflexión e hizo una crítica directa a la izquierda española. «La Constitución fue fruto de la frustración y a partir de ahí la izquierda ha ido de mal en peor».

Poca confianza mostraron los cuatro ante una hipotética reforma de la Constitución y centraron su atención en desgranar los riesgos y oportunidades del momento actual. Matas se centró en el punto de no retorno al que ha llegado Catalunya: «El pueblo catalán ha cogido la democracia y se ha hecho republicana y eso implica mucho más que la separación entre Catalunya y España. En estas elecciones lo que se juega es cómo vamos a avanzar».

Para Fernández, la clave ahora es lograr una correlación de fuerzas favorables al cambio político y apuntó que el 21D marcará las condiciones para llevarlo adelante. «Si no nos sale bien, lo que viene son 40 años más», advirtió, para añadir que «seguramente será más lento de lo que pensábamos».

Otegi abordó este punto desde la advertencia de cierta «despolitización» y «depresión» en Euskal Herria. A su juicio, hay tres factores claves en el camino a la independencia: forjar una mayoría clara, interpelar a la Unión Europea y demostrarle que el problema reside en el Estado español y centrar los esfuerzos en activar y responder a la voluntad popular.

«Hay que poner en marcha una estrategia de Estado que ofrezca un proyecto solvente en un momento que vivimos en una sociedad llena de miedos e incertidumbres. Catalunya ha acertado en eso y ha demostrado que es posible», expresó.