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ESTRASBURGO

El TEDH condena a Lituania y Rumanía por las prisiones secretas de la CIA

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a Rumanía y Lituania por ser «cómplices», en 2004 y 2005, del programa de cárceles secretas de la CIA y por permitir que los detenidos sufrieran «tratos inhumanos» y otras vulneraciones de derechos humanos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó ayer a Lituania y Rumanía por haber colaborado con el programa de detenciones secretas de la CIA en esos dos países.

El fallo judicial responde a las demandas presentadas en 2011 y 2012 por los detenidos Zayn Al-Abidin Husayn y Husseyn Muhammad Al Nashiri, que antes de ser trasladados a la base de Guantánamo permanecieron detenidos en cárceles secretas de la CIA en Rumanía y Lituania entre 2004 y 2006.

Husayn y Al Nashiri denunciaron haber sido objeto de torturas y diversas formas de violencia física y síquica. También alegaron que esos dos Estados permitieron a la agencia estadounidense el traslado a otros lugares secretos.

Husayn fue recluido en una prisión secreta de la CIA en Lituania entre febrero de 2005 y marzo de 2006, antes de ser llevado a otro centro secreto en Afganistán. Al Nashiri estuvo en una cárcel secreta en Rumanía entre setiembre de 2003 y noviembre de 2005.

Según recoge la sentencia del TEDH, en ambos casos se violaron los artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos relativos a la prohibición de la tortura, los derechos a la libertad y a la seguridad, al respeto de la vida privada, a un recurso efectivo y a un proceso justo.

«La participación de Lituania en el programa de detenciones secretas de la CIA la condujo a cometer múltiples violaciones de derechos humanos», indicó el tribunal. Concluyó que el Estado violó el artículo 3 de la Convención (prohibición de la tortura), el artículo 5 (derecho a la libertad y la seguridad) y el 13 (derecho a un recurso efectivo).

En cuanto a las vulneraciones atribuidas a Rumanía, subraya la prohibición de la tortura, el derecho a la libertad y seguridad de las personas y al respeto de su vida privada, además del derecho a un recurso efectivo.

El fallo de ayer incluye una indemnización a cada uno de 100.000 euros.

El TEDH ya avaló a los dos demandantes en 2014, en una sentencia que condenó a Polonia por los mismos hechos a indemnizarles con 100.000 euros a cada uno por «retención, torturas y permitir sus traslados».