GARA
IRUÑEA

Barkos considera que se debe dar una respuesta a la manifestación de Iruñea

La lehendakari señaló que «cualquier persona con responsabilidad política» debe responder a la marcha celebrada este sábado en Iruñea, donde miles de personas se solidarizaron con los jóvenes de Altsasu.

La lehendakari Uxue Barkos destacó ayer que la manifestación en apoyo a los jóvenes de Altsasu, que reunió a miles de personas este sábado en las calles de Iruñea, representa «una expresión de la sociedad» que debe ser atendida por «cualquier persona con responsabilidades públicas».

«Creo que la manifestación fue incontestable en esa petición, que el Gobierno ha compartido desde el primer momento con las familias», señaló Barkos, que advirtió que de «no se está pidiendo de ninguna de las maneras impunidad, pero sí proporcionalidad como un elemento sustancial de la administración de justicia».

Barkos, que compareció ante los medios a su llegada a un acto de la Asociación de Donantes de Sangre de Navarra (Adona), también respondió a las críticas del PPN, que cargó contra el Gobierno de Iruñea por acudir a la marcha. «No es quién el PP para dar lecciones de nada, ni a este ni a ningún gobierno».

Mensaje de las familias

Por otro lado, las madres y los padres de los jóvenes, condenados a penas de hasta 13 años de prisión por una trifulca con dos guardias civiles, publicaron el sábado por la noche en las redes sociales un vídeo para agradecer el apoyo de la ciudadanía, que, una vez más, volvió a manifestarse para exigir justicia.

«Tenemos muy claro que lo que estamos viviendo es una gran injusticia, y no nos vamos a quedar esperando a que puedan decidir por el futuro de nuestros hijos e hijas. Tenemos muy claro que vamos a seguir», subrayó Bel Pozueta, la madre de Adur, que insistió en que «la justicia y los derechos humanos, los principios de la democracia, son los que van a llevar adelante esta lucha».

Cabe recordar que la manifestación del sábado fue multitudinaria. Según los datos aportados por los organizadores, más de 80.000 personas llenaron las avenidas de la capital navarra para mostrar su solidaridad a unas familias que no cejan en su empeño de ver a sus hijos libres por las calles de Altsasu.