Asier ROBLES
RUTAS POR «COMERCIOS CON ALMA»

TRUFAS EN EL TITANIC Y ZAPATOS EN CASA DE LA MARQUESA

HEMENGO SHOPPING ES UNA INICIATIVA DE LAS PLATAFORMAS DE COMERCIO DE BILBO, DONOSTIA Y GASTEIZ, EN LA QUE, A TRAVÉS DE RUTAS GUIADAS Y DINAMIZADAS, SE DAN A CONOCER ALGUNOS DE LOS SINGULARES COMERCIOS LOCALES. EN ESTA OCASIÓN, HEMOS RECORRIDO LAS CALLES DEL CASCO VIEJO BILBAINO.

La ruta comenzó a las 17.00 desde la pastelería Arrese, fundada en 1852 y famosa sobre todo por sus trufas, aunque en los últimos años también se han vuelto típicas sus palmeras, carolinas y bollos de mantequilla.

Tal y como nos contaron, al principio, la tienda era un ultramarinos, pero tras comenzar a hacer trufas y viendo que la gente se acercaba a la tienda a comprarlas, acabaron poco a poco convirtiéndose en una pastelería.

Como anécdota, nos contaron que en 1912 una mujer compró un par de cajas llenas de trufas para llevárselas a un amigo que iba a visitar después de un viaje. Ese viaje era a bordo del Titanic, y ya se pueden imaginar el resultado. Años más tarde, encontraron en el barco hundido las dos cajas de trufas, que nos las mostraron en la visita.

En un principio no llegábamos a la decena de asistentes, pero poco a poco se fue uniendo más gente. Destacó también la escasa presencia de turistas, ya que al margen de un francés, todos los demás éramos de Bilbo o los alrededores.

Al ser a primera hora de la tarde, el sol pegaba fuerte y la gente caminaba buscando la sombra. Por suerte, para la siguiente parada apenas tuvimos que andar unos metros. Lautxo es una tienda experta en croquetas caseras, donde puedes encontrarlas de cualquier sabor: desde morcilla hasta bacalao, pasando por puerro, jamón, chipirón o gamba. Esta parada también sirvió para que los amantes de la cocina cogieran confianza mientras comentaban su receta personal para hacer croquetas.

De la degustación a la ropa

De los productos gastronómicos pasamos a los deportivos y nos dirigimos a Errekamendi, una tienda especializada en ropa para practicar montañismo. Dentro se pueden encontrar infinidad de productos, como calzado, calcetines, sacos de dormir, sudaderas o chaquetas. Aunque entre los asistentes no parecía haber mucho amante de la montaña, no faltaron los curiosos ni los animados que pensaron en hacer un regalo a algún familiar o amigo.

Al salir callejeamos un poco por el Casco Viejo hasta parar en la zapatería Foxter. En esta tienda se vende calzado de treinta proveedores diferentes, internacionales la gran mayoría. Uno de los dueños nos explicó que en el siglo XVII el edificio había sido la casa de una marquesa. De hecho, en la tienda se puede observar un arco construido para que pudieran pasar los caballos. Otra de las empleadas dio una charla sobre los beneficios en la salud de un buen calzado.

Seguimos con la ropa; esta vez anduvimos hasta Cardenal, una tienda especializada en moda de hombre. Importan ropa de diferentes ciudades, pero siempre pocas unidades de cada prenda con el fin de mantener cierta singularidad. Este establecimiento también tiene un pasado distinto. Hasta el 2004 en el lugar había una sastrería, y en el interior todavía se pueden observar la balconada y las lamparas de esta. Dos años después se convirtió en lo que es hoy, pero manteniendo el mismo nombre de siempre.

El último lugar al que acudimos fue a la tienda de helados Gelati Gelati. Esta heladería especial elabora sus helados con productos locales, ecológicos y naturales, trabajando con proveedores de su entorno. Este negocio lo abrieron en 2004 Gino y Diego Guglielmi, dos italianos provenientes de Verona. Con otra tienda en Santutxu, también cuentan con una granja obrador en Maruri, donde elaboran los helados.

En esta última visita los asistentes a la ruta pudieron disfrutar de una cata de helados. Además de degustar algunos de los 150 sabores diferentes que producen, como mango o pasta de soja, también se pudieron refrescar un poco.