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Un tribunal israelí avala el robo de tierras palestinas

La sentencia de un tribunal israelí ha abierto la puerta a la legalización retroactiva de colonias levantadas sobre terrenos palestinos de propiedad privada al margen incluso de la legalidad israelí. El fallo, que se basa en una ley recurrida ante el Tribunal Supremo, impide a los propietarios palestinos reclamar sus tierras aunque hayan sido robadas, al basarse en la actuación «de buena fe» de la Administración sionista que «ignoraba» la ilegalidad de la construcción.

Un tribunal israelí ha dado reconocimiento legal a un asentamiento judío construido sin la autorización del Gobierno de Israel sobre terrenos palestinos de propiedad privada en Cisjordania. La decisión se suma a las políticas de apropiación de territorio palestino del Estado sionista pero en esta ocasión sienta una nueva base judicial que ampara los robos de propiedades al margen de la propia ley israelí.

El ministro de Justicia israelí, el ultrasionista Ayelet Shaked, celebró la decisión del Tribunal de Distrito de Jerusalén respecto a Mitzpe Kramim, un asentamiento establecido en 1999 cerca de la ciudad palestina de Ramallah y que ahora acoge a 40 familias. El ministro la consideró «un logro importante para los asentamientos en Judea y Samaria», término sionista para referirse a Cisjordania.

Todos los asentamientos construidos sobre terrenos ocupados por Israel en 1967 son ilegales y así lo reconoce la comunidad internacional. Algunos son, además, ilegales también para la Administración israelí.

Uno de ellos es el de Mitzpe Kramim, cuyos ocupantes habían solicitado al tribunal de distrito en 2013 que reconociera su reivindicación sobre los terrenos ante posibles recursos legales por parte de los propietarios palestinos y su posible desalojo.

El tribunal ha declarado ahora a los colonos como los propietarios legales, afirmando que las autoridades israelíes «no eran conscientes» de que los terrenos eran de propiedad privada cuando originalmente cartografiaron la zona.

El fallo abre la puerta a cientos de legalizaciones de casas israelíes en territorio ocupado construidas sin permisos e impide que sus verdaderos propietarios puedan reclamarlos.

«De buena fe»

La Corte se amparó en «la regulación del mercado», un término legal que aborda la compra «de buena fe» de artículos robados. Concretamente, basó su veredicto en la Ley de Regularización, una ley israelí que estipula que incluso las transacciones con fallos legales podrían ser válidas si se realizaron «de buena fe».

La ley, aprobada por el Parlamento en 2017, permite la legalización retroactiva de 4.000 viviendas construidas en terrenos de propiedad privada palestina. Actualmente está siendo revisada por el Tribunal Supremo.

«La anexión israelí de territorio palestino, ya sea en tierras públicas o privadas, y su empresa de asentamientos ilegales, son una flagrante violación de las leyes y convenciones internacionales, incluida la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU», denunció la integrante del Comité Ejecutivo de la OLP, Hanan Ashrawi.

La dirigente apeló a la intervención de la comunidad internacional y agregó que la decisión judicial «debe anularse, ya que crea un precedente peligroso de encubrimiento retroactivo» de asentamientos.

Ashrawi resaltó que la sentencia proporciona a los colonos «una mayor motivación para robar propiedad privada de los propietarios palestinos en toda Palestina ocupada sin ningún freno ni responsabilidad».

Por su parte, la ONG israelí Paz Ahora recordó que el futuro del asentamiento deberá ser resuelto en último término por el Tribunal Supremo, donde está pendiente de resolución un recurso presentado por los propietarios palestinos.

La «legalización» retroactiva de estos asentamientos se suma a la política de ocupación bajo la que la pasada semana las autoridades israelíes aprobaba la construcción de 2.000 viviendas en Jerusalén, en varios asentamientos.

Entre ellas 1.000 corresponden a proyectos totalmente nuevos, además de una nueva área industrial y comercial, en un área de tres millones de metros cuadrados.

La Autoridad de Tierras de Israel también sacó a concurso la construcción de 603 viviendas en el asentamiento de Ramat Shlomo, en Jerusalén Este, y aprobó una solicitud de los colonos para la construcción de 106 nuevas viviendas en Belén.

Los propietarios palestinos de las tierras donde se construirán han recibido ya una notificación del Ejército israelí.