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la habana

Díaz-Canel insiste en dialogar con EEUU en igualdad y sin condiciones

Miguel Díaz-Canel se muestra dispuesto al diálogo con EEUU, si bien aclara que este debe producirse en pie de igualdad y sin condiciones impuestas desde Washington, por lo que descarta cualquier diálogo mientras la Administración de Donald Trump mantenga su «aberrante actitud» hacia la isla. El presidente cubano acusa a EEUU de querer imponer el neoliberalismo en América Latina y prevenir que el ejemplo de Cuba «se repita» en la región.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, pidió a EEUU un diálogo en igualdad de condiciones y aseguró que la isla no renuncia al comunismo pese a que quiere reformar la economía y que la eliminación del término en el proyecto de nueva Constitución no es una «renuncia» al estar implícito en el socialismo.

En su primera entrevista desde que relevó a Raúl Castro el 19 de abril y pocas semanas de que la Asamblea General de la ONU someta nuevamente a votación una moción contra el bloqueo que Washington impone a la isla desde 1962, Díaz-Canel señaló que las relaciones con EEUU están en retroceso tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, pero no están cerradas las puertas al diálogo y se mantienen abiertas algunas vías.

«No negamos las posibilidades de diálogo, pero tiene que ser entre iguales, donde se nos respete y no se condicione nuestra soberanía», dijo en una entrevista concedida a la cadena TeleSur y emitida el domingo.

Arremetió contra la «práctica brutal» del bloqueo por ser el «principal obstáculo» para el desarrollo de Cuba y una fuente de penurias para su gente.

Ambos países tuvieron un histórico acercamiento entre 2014 y 2016, cuando Barack Obama y Raúl Castro restituyeron relaciones diplomáticas y se reabrieron las embajadas. Pero ese impulso se frenó cuando Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 y recrudeció el bloqueo.

«Si se mantiene esta aberrante actitud del Gobierno de EEUU no hay diálogo», comentó. «El diálogo se construye entre dos, no se puede aspirar a un diálogo entre desiguales, en tanto haya prepotencia, hegemonismo, presión, y una parte condicione a la otra a que tiene que renunciar a su soberanía e independencia», agregó.

El presidente de Cuba calificó de «totalmente inaceptables» las medidas de la Administración Trump que restringen de nuevo los viajes de estadounidenses a la isla y prohíben las transacciones y negocios con una larga lista de empresas, y consideró que Trump adopta medidas contra Cuba por compromisos asumidos con «mafias anticubanas» y no en respuesta a los supuestos ataques acústicos a sus diplomáticos que la Casa Blanca atribuye a La Habana y esta niega rotundamente.

Díaz-Canel acusó a EEUU de querer imponer el neoliberalismo en América Latina y de prevenir que el ejemplo de Cuba «se repita» en la región. «Han tratado de fracturar la unidad en los mecanismos de integración» de la región como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), afirmó. «No quieren que Cuba se repita en ningún lugar de América Latina», aseguró el mandatario, quien acusó al Gobierno de Trump de «presionar a los pueblos» de la región con estrategias políticas y económicas para adoptar «una posición contraria a Venezuela», y de tratar de desestabilizar el Gobierno de Nicolás Maduro mediante una «guerra no convencional».

Sin renunciar al comunismo

Miguel Díaz-Canel heredó un plan para actualizar el modelo económico, de inspiración soviética, y que pasa por la reforma de su Constitución de 1976. En ella se reconocerá el papel del mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera en su sistema estatal.

En el proyecto, que será debatido por los ciudadanos hasta el 15 de noviembre, se mantiene como objetivo la «construcción del socialismo», pero se elimina a la «sociedad comunista» como fin. El presidente aseguró, sin embargo, que Cuba no renuncia al comunismo. «Si uno va al marxismo clásico, el modo de producción al que aspiramos es el comunismo. Por lo tanto, comunismo y socialismo están íntimamente relacionados. Si quieres construir el socialismo es porque quieres llegar al comunismo», subrayó.

«No lo entiendo como una renuncia. Cualquiera de los dos términos implica el otro», zanjó.