El Ibex terminó la semana con un nuevo avance, el décimo consecutivo, que le ha dejado muy cerca de los 9.600 puntos. En las últimas cinco sesiones ha avanzado un 2,40%, por lo que ha reducido la caída anual hasta el 4,52%. El lunes empezará con 9.590,40 puntos, tras lograr ayer una subida testimonial del 0,07%. Las bolsas europeas mostraron mayor optimismo. Londres ganó un 1,67%; París, un 0,78%; y Fráncfort, un 0,85%.

En Nueva York, el Dow Jones y el S&P 500 marcaban nuevos máximos históricos en la apertura. Los analistas creen que, pese al último intercambio de aranceles entre Estados Unidos y China, la situación se ha relajado gracias a la posición del Gobierno de Pekín favorable a proseguir con las negociaciones y no debilitar su moneda.

Menos despejado parece el horizonte del Brexit. La elevación del tono en la discusión entre ambas partes ensombrece la vía de un acuerdo amistoso y devuelve al primer plano el miedo a una ruptura brusca. Esto quedaba ayer reflejado en el comportamiento de la libra, que sufría la mayor caída en un año después de la severa respuesta de Theresa May a Bruselas.

En el Ibex, todos los focos fueron para Caixabank (-3,60%) y Repsol (-2,40%), tras anunciar la entidad bancaria que saldrá del capital de la petrolera después de 22 años. La operación de venta del 9,36%, valorado en 2.500 millones de euros, tendrá un resultado contable negativo de 450 millones de euros. Entre los perdedores, destacaron asimismo Viscofan e Indra, con cesiones superiores al 3%. Los mejores eran Aena (+3,26%), ACS (+2,80%) y Mediaset (+2,40%).

Dentro del Cac sobresalían las alzas de LVMH (+3,33%) y Atos (+1,98%), ante Renault (-2,13%) y Peugeot (-1,88%), los más perjudicados en la sesión.