Víctor ESQUIROL
«El reino»

La mano (negra) del rey

El equipo compuesto por Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña se convirtió, con tan solo dos películas, en una de las duplas más fiables (y desde luego potentes) de la cinematografía española actual. Con este su tercer largometraje, hacen méritos suficientes para erigirse en rey y reina de este país extraño, cuyas élites gobernantes ahondan, cada día más, en los abismos de la miseria (moral) humana.

“El reino”, que así se titula este nuevo trabajo, se levanta con el intenso marcaje a uno de los hombres fuertes de un partido político en el que está a punto de estallar una bomba. Nuevos dirigentes quieren subir peldaños en la pirámide del poder, y para ello ejecutan el truco de magia más antiguo (y barato) de este mundillo: el de la promesa de una regeneración democrática que, en realidad, logrará que todo siga igual (o peor) que en el pasado.

El problema es que dicha pantomima tiene que cobrarse unas cuantas cabezas, y ahí es cuando nos reencontramos con el protagonista de esta historia, un Antonio de la Torre colosal, especie de mano del rey a punto de ser cercenada. Con pulso fincheriano y gusto por el plano secuencia en los momentos de alta tensión, Sorogoyen y Peña firman un thriller de escándalo para un reino sumido en un escándalo permanente.

Con la amenaza constante de una cuenta atrás inconcreta pero desde luego seria, el thriller político se convierte en angustiosa y aún más furiosa aventura de supervivencia. En una colección interminable de amenazas, puñaladas traperas y maniobras indignas para salvar el –corrupto– pellejo.

El panorama que dibuja este “Reino” es devastador, y se convierte en algo terrorífico cuando vienen a la memoria todas las noticias que embadurnan la actualidad política. Da miedo pensar lo basadísima en hechos reales que está esta... ¿ficción?