GARA
estocolmo

Derecha y extrema derecha se unen para destituir al primer ministro en Suecia

La oposición de derecha y la extrema derecha se aliaron ayer en Suecia para echar al primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, debilitado tras las legislativas en las que ningún partido logró una mayoría clara, lo que abre las negociaciones para formar Gobierno.

El primer ministro socialdemócrata sueco, Stefan Löfven, fue destituido ayer por el Riksdag (Parlamento) al perder una moción de censura presentada en su contra por la oposición por 204 votos a favor frente a 142.

Nunca antes un primer ministro había sido apartado del poder en este tipo de votación, en la que el ultraderechista Demócratas Suecos (SD) se alió al principal bloque de derecha Alianza.

El presidente del Parlamento, Andreas Norlen, del Partido Moderado, deberá ahora encargar a otra persona que forme Gobierno, aunque mientras dure el proceso será Löfven quien permanezca como primer ministro en funciones. La opción más probable es, en principio, el líder moderado, Ulf Kristersson.

El bloque de centro-izquierda obtuvo en los comicios del pasado día 9 una corta victoria, con un solo un diputado más que la Alianza, liderada por el Partido Moderado (144 frente a 143). En este escenario podría ser clave el papel del SD, aunque la formación ultraderechista no ha aclarado si sus 62 diputados apoyarán el cambio de Gobierno.

La destitución de Löfven era esperada después de que la Alianza y el SD insistieran en campaña y tras los comicios en que votarían contra su continuidad y la de su Gobierno de coalición con el Partido de Medio Ambiente, apoyado desde fuera por el Partido de Izquierda.

Para neutralizar a la extrema derecha, tanto la derecha como la izquierda minoritaria piden un diálogo entre los bloques y la búsqueda de un consenso, especialmente en el presupuesto. Pero esta ambición choca con la rivalidad entre Löfven y Krister- sson, quienes aspiran a convertirse en primer ministro con el apoyo del otro en el Parlamento.

«Suecia necesita un nuevo Gobierno que busque un amplio apoyo político para dirigir las reformas», abogó Kristersson, a lo que Löfven respondió que la votación de ayer no cambia nada la relación de fuerzas decidida por los electores.

«No cooperaremos ni con el Partido de Izquierda ni con los Demócratas de Suecia», insistió Kristersson. En cambio, parte de su base está a favor de acuerdos puntuales con el xenófobo SD.

«Si los partidos de la Alianza intentan gobernar siendo el bloque más pequeño, serán totalmente dependientes de Demócratas Suecos», advirtió Löfven.

Su líder, Jimmie Akesson, insistió en sus líneas rojas, que básicamente pasan por reclamar a toda costa medidas de control de la inmigración.