Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Doble frenazo para los armeros

Un mes más tarde el Eibar ve rota su buena racha de resultados en un partido en el que el equipo tambiénbajó el nivel de juego. Hermoso marcó a veinte minutos del final y la reacción azulgrana fue insuficiente.

ESPANYOL 1

EIBAR 0


Acabó la racha, momentáneamente habrá que esperar, aunque la sensación que dejó anoche el Eibar no tiña el panorama de rosa.

Cornellà, que tan bien se le ha solido dar al equipo azulgrana –una sola derrota en sus cuatro visitas anteriores–, esta vez tumbó a un equipo que llegaba a tope de ánimo gracias a una trayectoria ascendente de resultados y, poquito a poquito, también de juego. Pero lo raro habría sido que los azulgranas se hubiesen apuntado otra muesca. Porque el frenazo fue doble. Mal marcador, un mes después de la última derrota, y pobre partido. El Eibar tuvo alguna opción, llegó vivo hasta el final aunque fuera porque su ventaja era mínima, e incluso puede escudarse en la actuación arbitral porque el gol del Espanyol vino de un córner mal pitado y en los últimos instantes del partido hubo una jugada cuando menos polémica en el área local. Pero la realidad es que, durante casi todo el partido, los guipuzcoanos se vieron peor que su rival. Menos cómodos, precisamente el punto en el que colocaba José Luis Mendilibar la víspera la clave del encuentro.

Alguna responsabilidad en el pequeño desastre tendría también el Espanyol, que por algo ha ganado los tres partidos que ha jugado en su estadio, donde todavía no ha encajado un solo gol. Aunque anoche tuvo quw trabajar más para tirar a la portería de Marko Dmitrovic que para proteger la de Diego López, ante un Eibar que apenas dio señales de vida en ataque.

Menos culpa habrá que echarle al cansancio porque, tal y como había adelantado la víspera, José Luis Mendilibar transformó su equipo por completo. Sólo se libraron Dmitrovic, Paulo –son ya los únicos de la plantilla que lo han jugado todo– y De Blasis, aunque viendo lo que tuvieron que sudar ayer, aun para perder, y lo que lo habían hecho apenas tres días antes frente al Leganés, puede que «librar» no sea el verbo más apropiado. Hubo alguna sorpresa, relativa, entre sus compañeros. Arbilla regresó para colocarse en el lateral derecho, Pedro Bigas, totalmente recuperado –hasta el punto de que fue uno de los mejores del equipo–, acompañó a Paulo en el centro de la defensa y Marc Cucurella debutó de manera oficial con el Eibar. Sergio Álvarez y Jordán conformaron un pivote inédito y de ahí en adelante, más de lo mismo: sólo repitió De Blasis en un ataque en el que, por primera vez, no estaban ni Kike, que se había quedado en casa, ni Enrich, ni Charles.

Un once inédito, en definitiva, algo que no pareció notarse de inicio. Porque nada más arrancar el partido, el Eibar ya había forzado su primer córner y en el minuto cuatro Orellana y Pere Milla firmaban una buena acción que remató sin acierto Cardona. El problema es que en esos minutos iniciales también el Espanyol presentó sus cartas- Empezó poniendo a prueba al debutante Cucurella, con un balón a la espalda de la defensa para Baptistao, que el lateral catalán acabó salvando. Siguió con la primera acción del que sería su mejor jugador, Óscar Melendo, que condujo el balón y lo filtró para que, afortunadamente, Leo Baptistao fallara en el remate cuando parecía tenerlo todo a su favor. Siguió y ya no paró en un buen rato.

Del agobio al equilibrio

El Eibar evitó que su portero tuviera que acabar condecorado y con honores como en el Metropolitano pero no se libró de una fuerte sensación de agobio hasta bien superada la mitad del primer tiempo. Quizá porque al Espanyol le empezó a pasar factura el esfuerzo sin recompensa efectiva, quizá porque los gritos de un disgustado Mendilibar desde la banda hicieron efecto, pero en los últimos minutos de la primera parte el partido pareció equilibrarse un tanto. Los armeros juntaron líneas, a su rival le costó más mover el balón hacia el área y hasta dio la sensación de sentirse un tanto desconcertado con el cambio de tercio. El Eibar aprovechó para, cuando menos, meterle un poco de miedo en el cuerpo, primero con una buena acción de Cucurella, que acabó rematando cerca del larguero el propio lateral, después con una conducción de De Blasis, que sirvió para que Orellana enviara también cerca del palo.

Mejor aún, el arranque del segundo tiempo apuntó en la misma dirección, con una llegada de Cardona, que remató desde el vértice del área para que Diego López se luciera con una mano a córner. Lamentablemente, las buenas sensaciones duraron más o menos lo mismo que en el primer tiempo: poco.

Un chut lejano de Darder reanimó al Espanyol, si bien menos que en la primera parte los catalanes empezaron a mover mejor el balón y además Borja Iglesias saltó al campo. No marcó pero el equipo perico agradeció su entrada. Seis minutos después –y justo cuando se acababa de marchar Cardona, lesionado en el hombro derecho–, llegó el gol. El Espanyol botaba su primer córner del partido, el rechace lo reenviaba al área Melendo y allí Hermoso cabeceaba el 1-0, entre las protestas de los jugadores eibarreses por la inexistencia del saque de esquina que precedió a la acción y que debía haber sido saque de puerta.

Reacción insuficiente

Con lo espeso que había estado el Eibar en ataque hasta entonces no pintaba la noche como para ilusionarse con la remontada. Y tampoco lo hicieron los minutos posteriores al gol.

Sí se vio a un Eibar un poquito más incisivo, algo a lo que también contribuyeron los cambios, pero su capacidad lesiva fue mínima. El Espanyol cedió metros a los guipuzcoanos a cambio de asegurarse algún contragolpe que le permitiera sentenciar el partido y aunque rara vez pudo intentarlo, tampoco sufrió mucho más que por un marcador estrecho para los caprichos del fútbol. Pese a que tras el gol de Hermoso quedaban todavía veinte minutos largos hasta el final, el partido se diluyó sin que Diego López tuviera que intervenir más que para atajar con algún apuro un centro-chut puñetero de Arbilla. Un cabezazo de Paulo a saque de falta en el último suspiro y la protestada caída de Charles en el área completaron el limitado bagaje ofensivo del Eibar.

Insuficiente para encontrar consuelo, que los azulgranas tendrán que buscar ante un rival complicado: el sábado recibe al Sevilla en Ipurua.

A vueltas con el VAR

El VAR protagonizó la rueda de prensa de José Luis Mendilibar en la sala de prensa del RCDE Stadium, donde a nadie parecieron importarle las impresiones del técnico sobre el partido.

«Pensábamos que el VAR sería la bomba y que iba a solucionar todos los problemas pero no es así», lamentó el zaldibartarra, después de que la jugada del gol local llegara tras un córner que no fue. «No sé cuándo hay que revisar y cuándo no, no sé el córner anterior... sólo lo saben ellos. Y luego es que el árbitro no puede preguntar al línea del otro costado a ver si es línea o puerta, él estaba a 15 metros y el línea a 75», censuró.

Otro tanto con la caída de Charles. «¿El VAR también no? Habrá interpretaciones y habrán creído que no es suficiente para pitar penalti. Lo respeto», aseguró el técnico, que también lamentó que«no se lo que han visto, no enseñan las imágenes. En el Mundial las veíamos todas, ahora se las guardan ellos». GARA