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La reprobación en el Senado y la relación con Villarejo cerca a Delgado

El pleno del Senado español reprobó ayer a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aprobando una moción presentada por el PP que consideró que había abandonado al juez instructor de la causa del 1-O en Catalunya, Pablo Llarena, a su vez demandado en Bélgica. Pero el debate fue solapado por las grabaciones de una comida que compartió Delgado en 2009 con el excomisario José Villarejo y en las que la ministra llama «maricón» al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

El Gobierno mostró «confianza plena» en Delgado y aseguró que «se va a mantener» en el Ejecutivo. En cambio, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, consideró que «alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura de las cloacas de Interior en nuestro país debe alejarse de la vida política».

El PP hizo valer su mayoría absoluta para sacar adelante la reprobación y volvió a pedir su cese por «mentir de forma reiterada» tanto sobre la demanda contra Llarena como sobre sus relaciones con Villarejo, respecto a las que la ministra ha cambiado de versión en varias ocasiones.