Maite UBIRIA BEAUMONT
BIRIATU

Nuñez testa el dispositivo de detención de migrantes

El nuevo secretario de Estado galo de Interior dedicó su primer desplazamiento a conocer el centro de retención de Hendaia y el paso de Biriatu, donde varios migrantes fueron detenidos para marcar su llegada

El secretario de Estado de Interior no ha tardado ni una semana en visitar Euskal Herria. Nombrado el martes como segundo de a bordo del ministro Christophe Castaner, hombre fuerte del segundo gabinete de Edouard Philippe, la visita de Laurent Nuñez no fue confirmada hasta última hora del jueves.

En el programa transmitido por la prefectura de Pirineos Atlánticos, tres citas, todas ellas ligadas a la labor policial en una «frontera caliente», según explicaba un miembro de su séquito al pie del peaje de Biriatu.

Nuñez, quien ejerciera durante dos años como subprefecto en Baiona, acudió a primera hora de la tarde al Centro de Retención para migrantes (CRA) de Hendaia, en donde son ingresadas las personas que la policía detiene «sin documentación», generalmente en controles en carreteras y estaciones de tren o autobús. A pocos metros de allí, el secretario de Estado departió después con los responsables del Centro de Cooperación Policial y Aduanera (CCPD).

Peaje multiuniformado

Tras visitar esos dos establecimientos, Nuñez cerró su visita en Biriatu, donde responsables de distintos cuerpos policiales le dieron detalles de cómo desempeñan su función en el marco del restablecido dispositivo de fronteras. Olvidada la libre circulación de personas en el espacio de Schengen, el paso entre Gipuzkoa y Lapurdi ofrecía ayer una imagen si cabe más militarizada que lo habitual, ya que se desplegaron para la ocasión gendarmes, policías, servicio de aduanas y soldados.

Minutos antes de que llegara el segundo de Interior, quien fue recibido por electos como Max Brisson, Vincent Bru y Frédérique Espagnac, los agentes mostraban especial celo en parar autobuses y camiones. Así lograron marcar la visita con la detención de dos migrantes, a bordo de un autobús, a los que trasladaron a un coche policial para su previsible expulsión.