Txema Mendibil
Inspector de Hacienda
KOLABORAZIOA

Prestidigitación en el llamado impuesto sobre las hipotecas

En la CAV, el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados está exento en las hipotecas sobre primeras viviendas y tiene un tipo del 0,5% para los demás hechos imponibles (en Europa o no existe o tiene un tipo muy moderado, 0,05% en Francia, por ejemplo)

No así en las comunidades autónomas del resto del Estado en donde el afán recaudador de las castas políticas ha ido incrementando el tipo del impuesto (y el de Transmisiones Patrimoniales, que esa es otra) hasta llegar al 1,5% en muchos casos y, además, sin exención para la vivienda habitual. Gravar a los hogares que se hipotecan parecía una forma de conseguir dinero fácil sin molestar a los ricos y su IRPF, aunque esto perjudique a gente necesitada de un préstamo para vivir (y a la actividad económica, por cierto).

Pues bien, estos días hemos asistido a una curiosa trifulca sobre quién debía pagar el AJD, el banco o los clientes. Lo que estaba en juego era una especie de lotería pagada por la banca a quienes hubiesen formalizado un crédito hipotecario fuera de la CAV en los últimos cuatro años. Simpático, pero sin consecuencias para los futuros créditos.

Porque si el sujeto pasivo se traslada a los bancos, estos subirán el precio de las hipotecas, como sabe todo el mundo, hasta los economistas. No obstante, algunos políticos demagogos (y/o ignorantes) lo niegan argumentando la competencia en el mercado. Pero ¿de qué hablan? Cuanto mayor es la competencia, más clara es la formación de precios a la hora de integrar nuevos costes.

Aquí se está intentando camuflar a los auténticos responsables de esta situación. Los políticos de las autonomías son los que incrementaron el impuesto y no dieron la exención para primera vivienda. Aprovechándose de paso y alimentando la burbuja inmobiliaria que ellos mismas habían contribuido a crear, directamente y a través de sus cajas de ahorros.

Entonces, ¿qué hacen los magos baratos de la izquierda española cargando contra los bancos por esto? ¿Creerán que no vemos sus trucos? Sería bastante más apropiado que cargasen contra las castas políticas a las que no les ha importado ordeñar (más) a la gente que necesita hipotecarse. Y no olvidemos que en el 2015 en Aragón todos los partidos de esa izquierda apoyaron unánimemente subir el AJD de 1% a 1,5%. No parecen tener problemas en encarecer las hipotecas por la mañana y apoyar a Stop Desahucios por la tarde.

Un último aviso para navegantes. Al cambiar la ley, los clientes vascos deben exigir a los bancos unos créditos hipotecarios más baratos que en el resto del Estado (3.500 euros de media a lo largo de la vida del préstamo), dado que aquí el impuesto o no existe (primeras viviendas) o es más bajo.

Lo anterior es particularmente cierto en el caso de Kutxabank. Porque si un banco público, propiedad de las tres diputaciones forales, intentara enriquecerse basándose en una normativa distinta creada por esas mismas diputaciones, eso sería robar. Afortunadamente, sabemos que Kutxabank nunca obraría así… especialmente si sus clientes se mantienen vigilantes.