La defensa de Joaquín «Chapo» Guzmán, cuyo juicio comenzó el martes en Nueva York, aseguró que el cofundador del cartel de Sinaloa es un chivo expiatorio del Gobierno mexicano, al que acusó de recibir cientos de millones de dólares en sobornos del narcotráfico. Está acusado de once delitos, incluido el envío a EEUU de 155 toneladas de cocaína, por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.

Los argumentos de apertura comenzaron con horas de retraso después de la retirada de dos jurados que debieron ser reemplazados: una mujer que aseguró que el proceso le está provocando problemas de salud y un hombre que dijo que no podría mantenerse si deja de trabajar durante más de cuatro meses, la duración estimada del juicio.

«Hay otro lado de esta historia, el lado que el Gobierno de Estados Unidos y de México no quieren que ustedes conozcan (…) sobre cómo funcionarios del Gobierno pueden ser sobornados y pueden conspirar para cometer los crímenes más serios», dijo al jurado el experimentado abogado Jeffrey Lichtman. Arremetió contra los testigos del Gobierno de EEUU, alegando que no son creíbles porque son «criminales» y han negociado visados y reducciones de condena.

«Trofeo deseado»

Aseguró que uno de los motivos de este juicio es que el acusado «es un trofeo deseado por mucho tiempo» por el Gobierno estadounidense.

Lichtman sostuvo que el verdadero jefe del cartel de Sinaloa es el coacusado del Chapo, Ismael «Mayo» Zambada, de 70 años, que nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo, y que ha pagado «al actual y al anterior presidentes de México», Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, «cientos de millones de dólares en sobornos».

Un portavoz de Peña Nieto y también el propio Calderón negaron inmediatamente las acusaciones en Twitter.

«La verdad es que el Chapo no controlaba nada, Mayo Zambada lo hacía», resaltó Lichtman. «Mayo puede lograr que la gente sea arrestada y que el Ejército y la Policía de México maten a quien él quiera», agregó.

El fiscal Adam Fels subrayó que este juicio trata de «dinero, drogas, asesinato, una vasta organización de narcotráfico. Y lo probaremos con las evidencias».

Remarcó que el cártel de Sinaloa facturó unos 14.000 millones de dólares.