GARA
estocolmo

El Parlamento de Suecia rechaza a Kristersson para vetar a la ultraderecha

El Parlamento sueco rechazó ayer al líder de la derecha Ulf Kristersson como primer ministro de un Gobierno en minoría con los democristianos para frenar así la influencia de la extrema derecha, lo que ahonda la crisis política y abre grietas en la Alianza de centroderecha.

El Riksdag (Parlamento) rechazó por 195 votos frente a 154 la candidatura del líder de la derecha, Ulf Kristersson, como primer ministro al frente de un Gobierno en minoría con los democristianos, más de dos meses después de las elecciones que provocaron una crisis política al no dejar una mayoría. El ganador fue el bloque de centroizquierda del primer ministro saliente, Stefan Löfven, cuyo partido fue el más votado, con 144 escaños, uno más que la Alianza, y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), con el que nadie quiere pactar, logró 62.

Aparte de los tres partidos del bloque de centroizquierda, votaron en su contra, como habían anunciado, dos de sus aliados en la Alianza de centroderecha, centristas y liberales, porque se oponen a un Ejecutivo que para tener mayoría dependa del SD, única fuerza externa que respaldó a Kristersson.

Es la primera vez desde que en 1971 se implantó un sistema unicameral que el Riksdag rechaza un candidato propuesto por su presidente, que tendrá tres intentos más, y si no se convocarán elecciones en tres meses. En Suecia no hace falta la mayoría absoluta para ser elegido jefe del Gobierno, basta con no tener una mayoría en contra.

«No se trata de si Ulf Kristersson debe ser primer ministro sino de si le damos o no al SD una influencia histórica y única», señaló la líder centrista, Annie Lööf, quien resaltó que es la primera vez en 14 años de existencia de la Alianza que alguno de sus miembros trata de formar Gobierno sin los otros.

El líder del SD, Jimmie Åkesson, criticó que se quiera dejar sin influencia «a más de un millón de personas» que votaron a su partido, tercera fuerza con el 17,5%. Advirtió de que en Suecia hay una «nueva» situación política y resaltó que mientras en Noruega, Dinamarca y Finlandia fuerzas similares al SD pactan y forman parte de gobiernos, en su país son marginadas, «pero no por mucho tiempo».