GARA
tijuana

Los migrantes descartan regresar tras alcanzar la frontera con EEUU

Tras un extenuante viaje desde Honduras, una primera caravana con más de 2.000 migrantes llegó el jueves a la ciudad mexicana de Tijuana, donde acamparon junto a la frontera con EEUU en un desafío a los miles soldados desplegados por Donald Trump. Esperan la llegada del resto para decidir cómo cruzar. Tienen claro que no regresarán.

Cansados de recorrer miles de kilómetros hasta la frontera sur de EEUU para pedir asilo, los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que se encuentran en México aseguran que cualquier opción será mejor que regresar a Honduras, adonde descartan volver después de haber alcanzado la línea divisoria.

Con los pies hinchados, cargando sus pocas pertenencias y buscando qué comer, quienes ya han llegado a Tijuana como parte de un primer contingente dicen que aun cuando su meta inicial era entrar en EEUU podrían considerar quedarse en México o buscar empleo en otro país. «Cruzar el muro no es la única opción, pero volver a Honduras, nunca», afirmaba Erick Cortés, un albañil de 28 años que huyó de la amenaza de las pandillas en su país.

En la ciudad hay 15 albergues pagados por organizaciones civiles, la mayoría saturados por la constante llegada de migrantes, sobre todo hondureños, y de mexicanos que huyen de la violencia, y deben esperar semanas para pedir asilo en EEUU.

Cada año, miles abandonan Honduras, El Salvador y Guatemala escapando de la pobreza y la amenaza de la violencia.

Demandas de asilo

Tras la llegada a Tijuana el jueves de una de las caravanas integrada por alrededor de 2.000 migrantes –varios cientos más salieron ayer de Ciudad de México, donde todavía quedan unas mil personas–, EEUU advirtió de que sus puertas de entrada al país en la frontera sur «están llenas» y los integrantes de las caravanas deberán «esperar en México» para solicitar asilo en esos puntos, la única vía que ha dado la Casa Blanca a los migrantes para reducir sus opciones de ser deportados. Ante las previsibles dificultades que tendrán los migrantes para cruzar la frontera, las autoridades mexicanas se preparan para albergar durante varios meses a miles de centroamericanos en Tijuana, adonde siguen llegando nuevos contingentes. Esperan recibir a otros 4.500 en los próximos días.

Las autoridades de Baja California alertaron de que antes de la llegada de una de las caravanas el jueves se contabilizaban cerca de 4.000 personas que llevan meses esperando su turno para pasar por la estación migratoria estadounidense.

Los migrantes señalaron a Reuters que desconocían el largo trámite de asilo en EEUU y si tendrán probabilidades de obtenerlo después de que la semana pasada el presidente, Donald Trump, suspendiera la concesión de este beneficio a personas que entren ilegalmente desde la frontera con México.

El objetivo de los migrantes es que el Gobierno de EEUU les otorgue asilo o el estatus de refugiados debido a la extrema violencia y pobreza que viven en sus países. Para lograrlo deben cruzar la frontera por un acceso oficial, pero el secretario mexicano de Gobernación (Interior), Alfonso Navarrete Prida, dijo que las posibilidades para la caravana migrante de ingresar a EEUU son «prácticamente nulas».

Los organizadores de la caravana han dicho que los siguientes pasos se darán a conocer una vez que llegue el resto de los migrantes a la frontera.

Mientras tanto, con la creciente llegada de migrantes la tensión ha aumentado en algunas zonas de la ciudad fronteriza. Algunos residentes se han volcado a ayudarlos, pero otros exigen al Gobierno federal frenarlos argumentando problemas de inseguridad.

Los vecinos y comerciantes de ciertas colonias como Playas de Tijuana, barrio de clase media donde el muro fronterizo se adentra en el mar, han protestado por su presencia. Se han registrado momentos de tensión y agresiones menores.

El alcalde, Juan Manuel Gastelum, dijo que consultaría a los residentes sobre si continúa la ayuda a migrantes y que, en caso de una respuesta negativa, podría instalar retenes para evitar su entrada en la ciudad.