Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «El silencio de otros»

Heridas abiertas

Resulta cuanto menos singular y un tanto esclarecedor que, mientras este documental acapara interés y sobrecoge en cuanto cruza los límites del Estado español, de puertas adentro, allá donde fueron plantadas las cunetas del silencio donde el franquismo excavó más de 2.500 fosas comunes, la respuesta es mucho menos efectiva. Producido por Pedro Almodóvar, este documental firmado por Almudena Carracedo y Robert Bahar tan solo utiliza el rigor y el testimonio para dar cuenta de una vergüenza criminal que siempre tiende a ser callada y protegida por un Pacto del Olvido sellado en esa supuesta Transición que muchos se empeñan en aplaudir. La cámara de “El silencio de los otros” se limita a ejercer su rol de testigo silente, capta miradas, palabras y lágrimas teñidas de dolor y también de esperanza. Arranca en uno de esos puntos sellados por el olvido político, en una de esas cunetas ubicadas en Toledo donde una hija ya anciana continúa colocando flores en mitad de la nada, donde se encuentra el cadáver de su madre. A partir de este prólogo, se suceden las confesiones de quienes siguen padeciendo una injusticia que tembló en cuanto Argentina se querelló contra ella. El metraje sigue el recorrido de dicha querella a lo largo de los diez años que han sido necesarios para filmar este proyecto de obligada visión porque son muy pocos los filmes que pretenden sacar a relucir todos los males derivados de los crímenes fascistas: los fusilamientos, violaciones, el robo de niños, la tortura y tantas otras vejaciones.

Quien quiera encontrar en este trabajo algún atisbo de originalidad creativa, no lo encontrará porque tan solo le basta con servirse de un estilo periodístico directo y riguroso para retratar los desórdenes y crímenes ejecutados por la dictadura fascista. Por todo ello no resulta extraño la excelente acogida que ha tenido este trabajo en Argentina o Alemania.