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BRUSELAS

El Parlamento y el Consejo dejan en el aire los presupuestos de la UE

La financiación de las actividades contempladas en el programa marco Horizonte 2020, diseñado para impulsar la investigación y la innovación, se ha convertido en un escollo difícil de salvar en las negociaciones entre la Eurocámara y el Consejo de la UE. Si no se llegase al consenso, se aplicaría un sistema provisional de doceavas partes, por el cual cada mes de 2019 solo se podría gastar como máximo una doceava parte de los créditos del año anterior.

Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE (los Estados miembros) han sido incapaces de alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto comunitario de 2019 antes de la fecha límite establecida (el lunes por la noche), lo que obliga a la Comisión Europea a presentar un nuevo borrador que debe ser aprobado antes de que finalice el año.

Así lo anunciaron ayer ambas instituciones en sendos comunicados, en los que precisaron que sus equipos reconocieron, dos horas antes de que concluyera la jornada del lunes, que era imposible acercar posturas lo suficiente como para desencallar las negociaciones.

Las posturas iniciales con respecto al montante del presupuesto ya daban cuenta de esas diferencias, puesto que la Eurocámara abogaba por elevar a 166.300 millones de euros los compromisos de pago (financiación máxima que puede acordarse) y a 149.300 millones los créditos de pago (dinero realmente desembolsado), mientras que los gobiernos preferían reducir a 164.100 millones los compromisos y a 148.200 millones los créditos.

Fondos para investigación

El Consejo de la Unión sostiene que hizo una propuesta «constructiva» que iba incluso «más allá» del planteamiento inicial de Bruselas, pero indicó que el Parlamento «prefirió utilizar fondos no usados de años anteriores relacionados con proyectos de investigación». «Al Consejo le preocupaba que esto crease un precedente, con consecuencias desconocidas para el futuro», señaló.

El presidente de la comisión de presupuestos del Parlamento, Jean Arthuis, confirmó que el principal desencuentro son «las reservas del Consejo sobre la posibilidad de reutilizar fondos no usados de 2017 para completar el programa de investigación Horizonte 2020 en 2019». Este programa está diseñado para impulsar las actividades de investigación e innovación.

«Las partes han acordado continuar el diálogo en las próximas semanas para conseguir el mejor presupuesto posible que cumpla con las expectativas de los ciudadanos en 2019 en campos de investigación para el futuro, Erasmus+, la Iniciativa de Desempleo Juvenil, el apoyo a las pymes y la gestión de la migración», apostilló.

Tal como indicó la agencia Europa Press, la Comisión debe elaborar ahora un nuevo borrador, que presentará antes de que acabe este mes con el objetivo de que el Parlamento y el Consejo vuelvan cuanto antes a la mesa de negociaciones.

Italia espera, bajo la presión del mercado, la decisión de Bruselas

La prima de riesgo italiana, que mide el diferencial entre el bono a diez años italiano y el alemán, comenzó la semana con una notable subida, a la espera de conocer la decisión que adopte hoy la Comisión Europea en torno al presupuesto italiano.

La Comisión podría abogar por abrir un procedimiento por déficit excesivo, lo que contempla, en última instancia, la posibilidad de imponer sanciones de entre el 0,2% y el 0,5% del PIB italiano (entre 3.450 millones y 8.625 millones de euros). Por eso, los inversores siguen muy atentos la evolución de la relación entre Roma y Bruselas.

El lunes, la prima de riesgo se mantuvo durante toda la sesión por encima de los 300 puntos y a las 17.10 llegó a los 320, un nivel que ya rozó el 23 de octubre, cuando el Ejecutivo comunitario reclamó a Italia un nuevo borrador de presupuestos para 2019.

La Comisión comunicara hoy la decisión que ha tomado una vez que el Gobierno italiano dejó pasar el plazo sin modificar su plan. Así se lo comunicó el 13 de noviembre a Bruselas el ministro de Economía, Giovanni Tria, en una misiva en la que, además, pedía que se conceda a su país la flexibilidad presupuestaria prevista para eventos excepcionales, recordando las trágicas consecuencias de los últimos temporales y el derrumbe del viaducto de Génova.

La Comisión decidió no valorar públicamente esa comunicación, aplazando su respuesta hasta hoy, cuando también emitirá su veredicto sobre los planes presupuestarios del resto de Estados de la eurozona.

El Gobierno italiano, formado por el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga, defiende la aplicación de un plan presupuestario que aumenta el gasto público porque considera que esto les permitirá adoptar medidas como un subsidio para desempleados o la reforma de las pensiones, lo que, según sus cálculos, aumentará el crecimiento.

El cuadro macroeconómico de Italia para el próximo año prevé un déficit del 2,4% del producto interior bruto (PIB), una deuda del 130% del PIB y un crecimiento económico del 1,5%. Estos números preocupan a Bruselas porque cree que el pronóstico para el crecimiento es demasiado optimista e Italia corre el riesgo de no cumplirlo, lo que conllevaría el aumento de su déficit y de la deuda. GARA