Jessica MARTÍN (EFE)
MADRID

«Banksy, ¿genio o vándalo?», la primera exposición de su obra

La exposición «Banksy. Genius or vandal?» continúa su recorrido a través del mundo. La muestra sobre el grafitero anónimo Banksy cuenta con 28 obras originales y 45 reproducciones de edición limitada alquiladas a coleccionistas privados que ayudan a los visitantes a recorrer una buena parte de su creación. En un momento dado, y tras ver las obras y comprener su significado, los asistente pueden votar si consideran al artista callejero «genio o vándalo».

«El genio y el gamberro, el provocador y el artista». Todas las caras de Banksy están retratadas en una exposición compuesta por 28 obras originales y 45 reproducciones de edición limitada que hablan de política, violencia y consumismo.

«Banksy es el artista que siempre rompe las normas, pero su finalidad no es esa, sino poner el foco en los problemas del mundo. Nuestra exposición también rompe las normas, porque está hecha sin el consentimiento del propio artista», señaló Alexander Nachkebiya, comisario de la exposición itinerante durante la presentación en Madrid.

“Banksy, ¿genio o vándalo?” es la primera gran muestra sobre este grafitero anónimo, cuya obra se entiende como una forma de protesta contra el modo de vida imperante en la sociedad, contra el sistema político, la guerra, el consumismo o la hipocresía del arte contemporáneo, que son solo algunos de los asuntos que aborda una exposición que podrá visitarse en la feria Ifema hasta el 10 de marzo.

El recorrido se inicia con una instalación audiovisual envolvente creada especialmente para la muestra; después, en la penumbra de cada sala, brillan una serie de obras originales, esculturas, instalaciones, vídeos y fotografías que permiten que al final del recorrido el visitante pueda votar si Banksy es un «genio» o un «vándalo».

«La muestra no está pensada para vender su arte, pero si alguien quiere comprar una obra, podemos conectarlo con el coleccionista y, si hay acuerdo, podría adquirirla», apuntó Nachkebiya tras señalar que el coste total de la exposición es de 15 millones de libras y que el precio de las obras varía entre las 25 libras y los 1,7 millones.

La pieza más cara es un enorme grafiti pintado sobre un muro de ladrillo titulado como “Stop Esso”, en alusión a la campaña que lanzó Greenpeace en el año 2000 para boicotear a esa petrolífera por sus efectos nocivos sobre el medio amiente.

También destacan las serigrafías originales de obras tan conocidas como “Código de barras”, “Ríe ahora” o “El amor está en el aire”, así como una reproducción del estudio del artista y una sala en la que los visitantes pueden verse así mismos en varias pantallas, lo que se traduce como una crítica a las cámaras de vigilancia que en Gran Bretaña graban de media 300 veces al día a una persona.

Se trata de una «experiencia multisensorial» que no busca ser una «retrospectiva» del artista, sino dar a conocer la profundidad de sus trabajos, puntualizó Rafael Giménez, socio director de Sold Out, la compañía que organiza la exposición junto con IQ Art Management.

«Niña con globo»

Entre las obras más reconocidas que se exhiben, reluce una serigrafía original de la serie “Niña con globo”, similar a la que se “autodestruyó” en Sotheby’s tras ser subastada por más de un millón de euros, y que está acompañada de una pantalla en la que se reproducen piezas informativas que contaron la noticia en todo el mundo.

Esa acción fue una de las provocaciones más mediáticas de Banksy, que no autoriza ninguna exposición en su nombre para defender su anonimato y su independencia del sistema.

Cuando la exposición que ahora está en Madrid se abrió en Moscú y San Petersburgo –donde ha sido visitada por más de 500.000 personas– el grafitero dejó una publicación en las redes sociales en la que comentaba que no le parecía algo «divertido» y en la que mostró su descontento con la idea de que se cobre dinero al público por ver su arte. Sin embargo, Nachkebiya explicó a Efe que todas las obras de la exposición proceden de coleccionistas privados y que no «nacieron» para ser públicas.

«La exposición es totalmente legal y no hay controversia ni falta de ética. Si Banksy no la autoriza es, sencillamente, porque es Banksy», recalca el comisario, que precisa que todas las obras han sido alquiladas directamente a los coleccionistas.