M.D.
IRUÑEA

El Ayuntamiento aboga por el diálogo en el gaztetxe Maravillas

Joseba Asiron, alcalde de Iruñea, destacó ayer que el Ayuntamiento de la capital navarra sigue defendiendo la negociación como vía de solución en el gaztetxe Maravillas y reclamó que cesen las cargas policiales para que Alde Zaharra pueda «volver a la normalidad».

Asiron destacó que tras lo sucedido esta semana, Iruñea cuenta con un edificio vacío en Alde Zaharra mientras la juventud del barrio reclama espacios y locales autogestionados.

Insistió en que la negociación y el diálogo siguen siendo las mejores vías para alcanzar una solución en este conflicto y recordó que el Ayuntamiento apostó por estas herramientas desde el principio. En este sentido, puso en valor el esfuerzo realizado por EH Bildu para tratar de establecer unas condiciones adecuadas para el diálogo.

El alcalde de Iruñea subrayó que para que se pueda producir una negociación es necesario que exista «un clima de tranquilidad» en Alde Zaharra. Señaló que las cargas policiales que se suceden prácticamente a diario en este barrio no contribuyen a ello. Por ello, reclamó el cese de esta actuación policial.

Asiron explicó que tenía previsto reunirse con comerciantes y hosteleros de Alde Zaharra para conocer de primera mano los efectos que el cerco policial ha tenido en sus negocios. El alcalde asimismo acudió ayer a la plaza Nabarreria, la zona que más ha padecido el cerco policial esta semana.

El jueves, comerciantes y hosteleros del burgo de Nabarreria comparecieron para denunciar que el cerco policial ha supuesto un quebranto económico para sus negocios, que cifraron en pérdidas de 20.000 euros diarios. Por ello, anunciaron que procederían a presentar una denuncia judicial.

Relataron que los agentes policiales han impedido a vecinos del barrio acceder a los establecimientos de la zona de Nabarreria a comprar el periódico o a almorzar.

Al anochecer, a convocatoria del gaztetxe, tuvo lugar una concentración de protesta «para denunciar este atropello; para denunciar y decir alto y claro, que aquí, el único que ha destruido y cerrado el edificio, ha sido el Gobierno de Navarra».