Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «La tercera esposa»

La mujer como objeto de lujo asiático

La cineasta de origen vietnamita Ash Mayfair debuta en el largometraje volviendo a su país para rodar un relato de época que indaga en sus raíces culturales y en la situación histórica de la mujer en el sudeste asiático. Su proyecto de retorno ha sido posible gracias a que consiguió ayudas durante su periodo formativo en el mundo anglosajón, obteniendo hace cuatro años una beca al guion otorgada por la fundación Spike Lee. Viendo “La tercera esposa” queda claro que sus influencias estilísticas están en los maestros del cine oriental, por encima siempre de lo aprendido en Occidente dentro de una vertiente más puramente técnica. En su ópera prima hay mucho del chino Zhang Yimou, coincidiendo en cuanto a temática con su película “La linterna roja” (1991). Pero la estética visual es la del también vietnamita Tran Anh Hung, tomando como modelo su conocida obra “El olor de la papaya verde” (1993).

El gusto por los encuadres de simetrías perfectas y el cuidado de la parte ornamental y del detalle decorativo o de vestuario, junto con el empleo de la luz natural para describir el entorno rural, están más que justificados en una película que es en sí misma la metáfora exacta de lo que supone para la joven protagonista vivir encerrada en una jaula de oro. Una menor que representa la realidad retrospectiva de la mujer como objeto de lujo asiático a finales del siglo XIX en un Vietnam anclado en la servidumbre al feudalismo patriarcal.

Ash Mayfair hace gala de una esmerada sutileza narrativa para sacar a la luz mediante un retrato femenino intimista un tipo de supervivencia que se desarrolla entre preciosas telas de seda, porque la chica de 14 años casada a la fuerza con el terrateniente no tarda en comprender que su pequeño espacio de libertad ha de basarse en la discreción y la ocultación. Solo así podrá disfrutar del contacto con otras mujeres haciendo causa común con ellas.