I.I.
GASTEIZ

El «que viene la extrema derecha» no da cheques en blanco a Sánchez

PNV y EH Bildu avisaron ayer a Pedro Sánchez de que si quiere que voten a favor de los Presupuestos Generales del Estado tendrá que hacer algo más que presentar su continuidad en la Moncloa como freno a un futuro gobierno de la extrema derecha. El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, le pidió que responda «en el fondo y en las formas». Arnaldo Otegi subrayó que si el PSOE quiere sus votos deberá «sentarse a hablar y decirnos para qué lo quiere».

El auge de la extrema derecha y la formación de gobierno en Andalucía entre PP y Ciudadanos, con el apoyo pactado de Vox, se ha convertido en un argumento de Pedro Sánchez para reclamar a todos cuanto apoyaron su moción de censura contra Mariano Rajoy que ahora aprueben sus Presupuestos Generales del Estado para alargar su mandato y evitar o retrasar el asalto de la alianza derechista al Congreso de los Diputados.

A nadie, tampoco a PNV y EH Bildu, se les escapa la gravedad del momento. El jeltzale Jokin Bildarratz apuntó en Radio Euskadi que «hay que intentar llegar a acuerdos», porque hay «dos vías, la alternativa que tenemos hoy en día y la alternativa Andalucía». Arnaldo Otegi destacó que este es un debate que «va más allá de unos meros presupuestos» porque se da en un contexto histórico que «tiene mucha gravedad», en el que se está dando una «deriva autoritaria» en el Estado español, que está siendo liderada «por un tripartito» formado por PP, Ciudadanos y Vox.

PNV: «Fondo y formas»

Aunque PNV y EH Bildu coinciden en que no darán un cheque en blanco al Gobierno de Sánchez para aprobar los presupuestos, los discursos de cada cual evidencia que los jeltzales están más cerca de poder llegar a un acuerdo. La retorica de los jeltzales se acerca a la ya conocida en anteriores presupuestos antes de acabar aprobándolos, fueran de Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, se quejó de que el Ejecutivo no les hubiera informado con anterioridad de los contenidos de las cuentas. Como cada año, recordó los acuerdos anteriores que todavía no han sido cumplidos, y añadió que a partir de ahí negociarán, aunque avisó de que «el Gobierno no tiene que dar por hecho el voto del PNV. Tenemos la voluntad de discutirlo, de llegar a un acuerdo y seremos razonables, pero queremos que el Gobierno responda en el fondo y en las formas», y subrayó lo de «las formas».

EH Bildu quiere saber para qué

EH Bildu reunió ayer a su mesa política y comparecieron ante los medios su coordinador general, Arnaldo Otegi, y los representantes en Cortes Marian Beitialarrangoitia, Oskar Matute y Jon Iñarritu. Subrayaron que si el Gobierno de Pedro Sánchez quiere su apoyo deberá «sentarse a hablar y decirnos para qué lo quiere». La formación independentista le insta a abordar en estas conversaciones el modelo de Estado y la política penitenciaria, entre otros temas.

Marian Beitialarrangoitia explicó que nadie del Ejecutivo ni del PSOE se había dirigido a EH Bildu y aseguró que «queremos hablar con el Gobierno para saber qué quiere hacer. No basta con construir un cordón sanitario a la derecha. Queremos saber cómo piensa garantizar el gobierno los derechos nacionales y sociales de vascos y vascas».

Arnaldo Otegi dejó claro que EH Bildu «siempre le cerrará la puerta a la derecha». No obstante, aclaró que «esto no quiere decir que concedamos cheques en blanco absolutamente a nadie». Consideró que Pedro Sánchez se «estará equivocando» si cree que la izquierda y el independentismo al final, frente a la amenaza de la derecha, le van a sustentar haga lo que haga.

«No puede pretender mantener una posición inmovilista en todos los sentido o retrógrada en alguno y pensar que al final el independentismo y las fuerzas progresistas le van a sostener gratis», aseguró el coordinador general de EH Bildu.

Al margen de otras consideraciones políticas, Marian Beitialarrangoitia apuntó que lo poco que han ido conociendo de los contenidos económicos de los Presupuestos, tampoco ven números que les resulten especialmente atrayentes.

Un mes para buscar los 176 votos necesarios para seguir adelante

El de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado es un debate en dos pasos en el Congreso de los Diputados. El primer escollo a superar por el Gobierno de Pedro Sánchez es el de la votación de las enmiendas a la totalidad, que tendrá lugar el 12 y 13 de febrero. Superarlo no supone que las cuentas vayan a seguir definitivamente adelante, sino que el Ejecutivo recibe el beneplácito para que las partidas se sigan debatiendo, con la presentación de enmiendas parciales. Será otro mes después, entre el 11 y 13 de marzo, cuando se voten definitivamente los PGE. Y si entonces se aprobaran, serán luego rechazados por el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. Pero eso solo supondría un retraso, porque al volver al Congreso resultarían ya definitivamente aceptados.

Por lo tanto, el primer trabajo que tienen el PSOE y el Gobierno de Sánchez es conseguir, antes del 13 de febrero, convencer a al menos 176 diputadas y diputados de que no apoyen las enmiendas a la totalidad que el PP y Ciudadanos van a presentar. Para ello deben contar con Unidos Podemos, que exige que se cumplan lo pactado con La Moncloa, así como con el independentismo catalán, al que han prometido mayores inversiones pero que le piden gestos políticos. Si ERC y PDeCat dan vía libre a empezar a debatir las Cuentas, será más fácil que PNV y EH Bildu no las tumben. Y luego empezará otro asalto hasta el 13 de marzo.I.I.